Los estudiantes universitarios devolvieron, ayer, la actividad al campus de Elviña. Como marcan los tiempos, el de ayer fue un inicio de cuatrimestre muy distinto al de años anteriores, y que empieza, además, mucho más tarde de lo debido. Tras casi un mes de docencia virtual, los jóvenes regresaron, al fin, a las aulas. Lo hicieron en paralelo al cribado al que el alumnado se sometía a pocos metros, en Expocoruña: mientras que unos accedían a las clases, otros aguardaban pacientemente su turno para la prueba. El primer día de clases presenciales, caracterizado por la lluvia intermitente, se desarrolló con menos movimiento del habitual y poca concentración de estudiantes en el campus. En cuanto al momento escogido para volver a las aulas, disparidad de opiniones entre el alumnado: mientras que la mayoría se mostró deseosa de volver a reencontrarse, otros preferirían haber prolongado la docencia online.

Pese a que fijan como punto de inflexión la temporada de exámenes, caracterizada por alguna que otra aglomeración en los pasillos, la mayoría coincide en afirmar que, por lo general, en las facultades de la Universidade da Coruña se respetan las medidas sanitarias. “Las clases son de grupos muy reducidos, las entradas y salidas son escalonadas... casi no nos encontramos con la gente de otros grados. Se hace bien, no hay ninguna queja”, asegura un grupo de estudiantes de Comunicación Audiovisual.

En cuanto a la calidad de la docencia en una y otra modalidad, aseguran, no hay color. “He aprendido más en la clase presencial de hoy que en todas las clases online. Por Teams te enteras mucho menos de las cosas”, asegura una de ellas. En titulaciones caracterizadas por el trabajo en grupo y el peso de los contenidos prácticos, recuperar la posibilidad de reunirse supone, a todas luces, un soplo de aire fresco. “Para hacer los trabajos nos reuníamos por videoconferencia, así poníamos las ideas en común. Teníamos muchas ganas de volver y de socializar”, comenta otra de las jóvenes, a las que su primer año universitario sorprendió con unas circunstancias que no cumplen, desde luego, las expectativas de cualquiera que comience una carrera. “La vida universitaria que tenemos es venir a clase”, comentan. “Al ser grupos tan reducidos, nos llevamos todos muy bien”, rescatan.

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Los alumnos de los campus coruñeses inician el cribado Carlos Pardellas

La visión es completamente distinta solo unos metros más adelante, en la facultad contigua. En Educación, la impresión general de desorganización empaña, en cierto modo, la alegría del reencuentro. “Creo que deberían haberse ajustado un poco más a las necesidades del alumnado. La presencialidad nos gusta, no es lo mismo tener a alguien tras una pantalla que verlo en persona, pero venimos solo para una hora y media”, reclaman los alumnos de Educación Primaria, que sostienen que, en su titulación, la docencia virtual habría sido la opción más sencilla para todos. “Creo que podríamos juntar todas las interactivas en un día, y el resto online. Nos ahorraríamos mucho en transporte desde nuestras casas”, proponen.

Teresa y Silvia | Ciencias Empresariales

“Espero que siga presencial, pero creo que nos acabarán mandando a casa de nuevo”

Estudiantes de Ciencias Empresariales. | // CARLOS PARDELLAS

La facultad de Empresariales era, ayer, una de las más concurridas. En la cafetería del centro, alumnos y docentes podían disfrutar de una actividad que todavía sigue vetado a la población general: tomar un café a cubierto, algo que, con el mal tiempo que acompañó ayer a la vuelta de la presencialidad, muchos sin duda agradecieron. Con todo, el movimiento fue mucho menor del habitual para tratarse de un inicio de cuatrimestre. Así lo apreciaron Teresa Alonso y Silvia Díaz, alumnas de la facultad, que observaron poca concentración de alumnos y una jornada, en resumidas cuentas, caracterizada por la tranquilidad. “En los exámenes, esto parecía una discoteca. Hubo algo de descontrol porque había mucha gente junta”, recuerdan. No veían el momento de recuperar la docencia presencial, pues, aseguran, el método telemático no siempre funciona. “Las clases online van muy rápido, se da por hecho que vas copiando lo que se dice y, muchas veces, no tienes la oportunidad de preguntar”, aseguran. Para los próximos meses, solo un deseo: que la situación se mantenga. “Espero que siga presencial, pero creo que nos acabarán mandando a casa de nuevo”.

Álex y Juan |  Ingeniería Informática

“Volver a clase da más pereza, pero en realidad es lo mejor para aprender”

Alumnos de Informática | //CARLOS PARDELLAS

 

Álex Carreira y Juan González regresaron ayer a las aulas de Informática para dar comienzo al que será su segundo cuatrimestre en la titulación. Lo hicieron tras pasar por el cribado de Expocoruña, por el que circularán, si se cumplen las previsiones, todos los miembros de la comunidad universitaria en los próximos días. El silencio y la tranquilidad fueron también la norma en la primera jornada en la facultad de Informática, más vacía de lo habitual en una titulación en la que la vía telemática es, quizás, más sencilla de llevar a la práctica. Algo que, no obstante, no impide que sus alumnos tuviesen ganas de volver. “Te da más pereza, pero en realidad es lo mejor para aprender. En casa te distraes más, aquí ya sabes que vienes a estudiar. Lo haces porque quieres, nadie te obliga”, comentan. Mantener la concentración, aseguran, se vuelve una tarea complicada desde la comodidad del hogar, lejos del ambiente de estudio que supone una ventaja para el trabajo en el aula. “Aquí tienes contacto con el profesor y los compañeros. Parece precipitado abrir tan pronto, pero hay que entender a quienes toman las decisiones”, proponen.

Estela, Miguel, Iván, Tania, Fátima |  Primaria

“Está muy mal planteado, para estar así, podríamos haber seguido online”

Estudiantes de Educación Primaria. | // CARLOS PARDELLAS

Las sensaciones no son, sin embargo, las mismas en todo el campus. En facultades colindantes pueden darse, en estas circunstancias, situaciones muy dispares: en Educación, el pensamiento general es que las cosas podrían haberse hecho un poco mejor. “Está muy mal planteado. para estar así, podríamos haber seguido online”, aseguran. El problema, describen, reside en que las clases prácticas, de una hora y media de duración, son presenciales; mientras que las teóricas continúan en la modalidad telemática. Así lo aprecian Estela, Miguel, Iván, Tania y Fátima, alumnos de Educación Primaria. “Al final, tienes que venir todos los días para una hora y media, y luego volver a tu casa para conectarte a las expositivas o hacer videollamada con tus compañeros para los trabajos grupales. Aquí no podemos hacerlos, porque solo hay una mesa de trabajo para toda la facultad”, lamentan. Para los que residen fuera de la ciudad, la cosa se complica todavía más. “Algunos venimos todos los días desde Ferrol, Arteixo o Vilagarcía. Te comes el viaje de dos horas ida y dos horas vuelta para llegar a casa y conectarte”, ejemplifican.