La producción en la refinería de A Coruña de hidrógeno a partir del biogás generado por los residuos urbanos y de biocombustibles procedentes de materias primas sostenibles y de desechos orgánicos son algunos de los proyectos para los que Repsol pretende obtener a través de la Xunta financiación de los fondos europeos para la reconstrucción económica, bautizados como Next Generation. Según la empresa, esos fondos europeos son una oportunidad para desarrollar proyectos pioneros y desarrollar tecnologías que permitan la descarbonización y la digitalización de la economía.

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, expuso estas iniciativas ayer al presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, quien le informó que entre las iniciativas previstas para el Polo para a Transformación de Galicia figura la puesta en marcha de una planta de biogás.

Repsol detalló que su proyecto para la producción de hidrógeno renovable mediante biogás generado por los residuos urbanos se integraría en su proceso de fabricación de combustibles líquidos, para sustituir al que ahora se lleva a cabo a través del gas natural, con lo que la empresa pretende impulsar la economía circular y la generación renovable, además del reciclaje.

Otro de los proyectos del grupo energético para los que busca financiación es el aumento de la capacidad de producción de biocombustibles avanzados en la refinería coruñesa a través de la utilización de materias primas sostenibles y de residuos procedentes tanto de los hogares como de la industria agroalimentaria del entorno. Esta actuación forma parte de la estrategia de Repsol de transformar su centros de producción en “grandes polos multienergéticos”, en los que se emplearían residuos de diferentes tipos para su transformación en productos neutros en carbono. Estas iniciativas, también incluidas en la economía circular, mejorarían la gestión de los residuos al reducir los que ahora se envían a vertederos, y, al mismo tiempo, los convertirían en “productos de alto valor añadido”, ya que podrían ser utilizados como combustible con un bajo nivel de emisiones contaminantes.

Repsol propondrá además recibir fondos europeos para aprovechar el calor residual que generan las instalaciones de la refinería coruñesa y destinarlo a calentar el agua corriente de alguno de los núcleos de población situados en el entorno del complejo industrial, lo que permitiría un ahorro de energía y un descenso de la contaminación. Las propuestas de la compañía afectan también a la digitalización de sus procesos industriales, en los que se fija el objetivo de aumentar su eficiencia y seguridad mediante la automatización de tareas, la evaluación y conectividad en tiempo real, y la mayor integración de la cadena de valor con el uso de la analítica avanzada.

Todos estos proyectos forman parte del Plan Estratégico 2021-2025 de Repsol, que destacó que en los dos últimos años invirtió en sus instalaciones de A Coruña más de 130 millones de euros con el objetivo de no producir emisiones contaminantes en el año 2050.

Hidroductos

El informe European Hydrogen Backbone realizado por la consultora Guidehouse incluye a A Coruña en la red de hidroductos que se creará en España mediante la reconversión de gasoductos y de la construcción de conducciones específicas para el hidrógeno. Según ese documento, el gasoducto que pasa por la ciudad y llega por un lado a la frontera portuguesa y por el otro a Gijón se dedicaría en el futuro al hidrógeno, mientras que un nuevo hidroducto partiría de A Coruña con dirección a Lugo, desde donde seguiría hacia Castilla y León hasta alcanzar Aragón.

Auditoría del convenio entre Puerto y Repsol

La Autoridad Portuaria ha contratado una nueva auditoría para “verificar las inversiones” de Repsol en su traslado a Langosteira. Según explican fuentes portuarias, cuando se firmó el convenio, se fijó una indemnización de 24 millones, una cantidad vinculada la inversión de la multinacional energética para realizar la mudanza y de los años que le restan de concesión en el muelle petrolero. Repsol anunció que a lo largo del mes comenzará la construcción del poliducto que servirá para trasladar parte de su tráfico a la dársena exterior.

La empresa contratada es BDO Auditores, que ya se encargó de las auditorías anteriores y que fue responsable durante una década de la auditoría de cuentas de Pescanova, por lo que acaba de ser condenada a indemnizar a las sociedades afectadas por la quiebra de la empresa, a falta de su recurso al Tribunal Supremo.

El contrato con la firma, una de las cinco principales sociedades de carácter internacional en este campo que trabajan en España, es de 7.500 euros. Ya fue adjudicataria del contrato anterior, por tres años. El 14 de octubre de 2013 Repsol y la Autoridad Portuaria de A Coruña suscribieron un convenio para la revisión de la concesión de la petrolera y el traslado de determinadas instalaciones a la dársena de punta Langosteira. Según el pacto, tendría que haber estado en servicio en abril de 2018.