A tan solo siete días de que se cumpla un año de la declaración del estado de alarma por la pandemia, la Policía Local ha tramitado 5.801 denuncias por infringir medidas restrictivas anti COVID-19. Se trata de denuncias administrativas, pues el 092 también ha cursado 24 denuncias ante el juzgado de guardia por delitos de desobediencia o resistencia grave, por las cuales se han realizado 21 detenciones.

Fue el 14 de marzo cuando se prohibió salir a la calle salvo razón justificada. Además de por motivos laborales, los vecinos podían salir de sus casas para ir al supermercado o a la farmacia, sectores esenciales que mantuvieron la actividad durante el encierro. Entonces no era obligatoria la mascarilla, pero las patrullas de la Policía Local vigilaban que nadie pasease sin motivo por A Coruña. Hasta el 10 de junio, cuando finalizó el estado de alarma, el 092 tramitó 1.310 denuncias administrativas y otras 21 por delito, 19 de ellas con detención. Entonces, las infracciones más repetidas fueron paseos lejos de casa y desplazamientos en coches con más de una persona en el interior.

Desde el inicio de la pandemia, la fase con más denuncias —un total de 1.635— corresponde a la de inicio de año, desde el 15 de enero y hasta el 25 de febrero, que coincide con el semiconfinamiento decretado por la Xunta para frenar la tercera ola del coronavirus, que se descontroló por las celebraciones navideñas y la libre circulación. El director de Seguridad Ciudadana, Carlos Touriñán, explica que, en comparación, estos datos “son normales porque el año pasado la mayor parte del tiempo la gente estaba confinada”. “En la desescalada, hay cosas que hoy no se pueden hacer pero mañana ya sí. A veces intencionadamente y otras sin quererlo, hay personas que se saltan esas medidas”, reflexiona.

Durante la primera desescalada, entre el 11 de junio y el 18 de julio, solo se interpusieron 71 denuncias, el periodo en el que menos infracciones se han detectado. En los seis meses siguientes, desde verano y hasta Navidad, el número de denuncias ascendió hasta las 2.404. “La mayoría por no llevar la mascarilla puesta”, informa Touriñán. De hecho, en la última semana, 136 sanciones están relacionadas con este elemento. El director de Seguridad Ciudadana detalla, sin embargo, que “las denuncias por no llevarla puesta en la vía pública han descendido y aumentan las de no usarla cuando en locales de hostelería”. “La gente no lo tiene muy asimilado todavía”, añade. Igual que fumar, pues se han tramitado denuncias por llevar el cigarrillo encendido en la boca caminando o junto a otras personas. “Y eso no se puede”, recuerda.

En la última semana, el 092 ha detectado 381 infracciones administrativas, 58 por hacer botellón. “Normalmente son pequeños grupos de amigos. En la Finca de los Mariño se suelen juntar menores entre las siete y las nueve de la tarde. Pero los botellones se desarticulan muy rápido”, cuenta Carlos Touriñán, que informa de que “muy poca gente se salta el toque de queda”, aunque desde el día 26 se tramitaron 27 denuncias por este motivo.

La Policía Local también ha vigilado que se respete el cierre perimetral, que se levantó hace apenas una semana. “Hay denuncias por esto, aunque no son las que más. Hubo más infracciones de gente que quería entrar en A Coruña que salir, sobre todo en Navidad y periodo de rebajas”, expone.

Y no solo los vecinos son castigados por infringir las normas anticoronavirus, también los establecimientos de hostelería. En los últimos siete días, la Policía Local denunció a siete locales por incumplir el horario de cierre (18.00 horas), a ocho por exceso de aforo, a cinco por servir bebidas para consumo en el exterior pero fuera de la terraza, a uno por permitir más personas de las autorizadas en mesas (máximo de cuatro sean o no convivientes), a tres por permitir clientes en el interior, a cinco responsables de establecimientos de hostelería por obstaculizar la labor policial y a otro por negarse a identificarse. A partir de mañana, bares y restaurantes ya podrán atender en las mesas de su interior, con un 30% del aforo.