Con la condonación de la deuda del Puerto aparcada y con la promesa del ministro de Transportes, José Luis Ábalos, de financiar el enlace ferroviario a Langosteira, Xunta, Estado y Concello fijan ahora su mirada en la reunión a celebrar entre todas las partes en los días siguientes a Semana Santa. En ella, según Ábalos, será necesario “actualizar” los compromisos y aportaciones de cada una de las instituciones respecto al acuerdo de 2004 para “desbloquear la situación” generada por la deuda de la Autoridad Portuaria que compromete su futuro a medio plazo. En ese sentido, el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, volvió a poner sobre la mesa ayer, tras la reunión del Consello de la Xunta, la fórmula que impulsó en un protocolo sin desarrollo firmado hace tres años con el entonces titular de Fomento, Íñigo de la Serna, también del Partido Popular. “La Xunta ya tiene una propuesta del año 2018 de aportar un dinero para cambiar por derechos de edificación en San Diego o donde proceda”, avanzó antes de supeditar la “refinanciación de la deuda” de la Autoridad Portuaria por la construcción del Puerto Exterior “a tratar ese asunto” en la venidera cumbre con el Concello, que “tiene que concretar cuál es su posicionamiento”.

El acuerdo, rubricado hace tres años por Feijóo con el Estado y sin contar con el Gobierno local de Marea Atlántica y con la Diputación, suponía que la Xunta se hacía con el 51% y con el control de los muelles de Batería y Calvo Sotelo, dedicados a uso terciario e industrial, a cambio de 20 millones, una cantidad que también le permitía hacerse a partir de 2027, cuando se acabasen las concesiones existentes, con un porcentaje sin especificar de San Diego, una zona a la que hizo referencia expresa en sus palabras de ayer y que, según lo pactado en 2004, concentraría gran parte del suelo dedicado a la construcción de vivienda como vía de financiación para hacer frente a la deuda.

El acuerdo de hace tres años se firmó al margen de Concello y Diputación

En aquella comparecencia de Núñez Feijóo para anunciar un acuerdo que no fue adelante por el cambio de Gobierno en Madrid y la oposición municipal, animaba a la Diputación y al Concello, el que realmente tiene competencias en materia urbanística, a seguir la senda que acababa de emprender el Ejecutivo autonómico e invertir en el 49% restante de Batería y Calvo Sotelo. Por entonces, el Gobierno local de Marea mantenía su petición de condonación de la deuda y solo había mostrado interés en comprar La Solana cuando la Autoridad Portuaria abrió la subasta para vender este complejo y el hotel Finisterre.

Esta propuesta de 2018, con los porcentajes y la implicación de cada parte por determinar, sigue como fórmula la senda marcada en la jornada previa por Ábalos, que solicitó un “enfoque global entre las administraciones para superar la situación de bloqueo”. El ministro pretende encontrar un “nuevo convenio realista” que posibilite que A Coruña desarrolle “un proyecto competitivo de ciudad moderna y no hipotecada por decisiones del pasado”, en referencia a los acuerdos de 2004. Y, para ello, cree que Xunta y Concello “tienen que aportar ideas y responsabilidad para que la situación entre en una vía de solución y no se estanque en el reproche continuo”.

Ábalos invitó a las administraciones a “aportar ideas y responsabilidad”

Más allá de la búsqueda de nuevas vías de financiación, Ábalos mantuvo ante Feijóo la iniciativa del presidente de Puertos del Estado, Francisco Toledo, en la reunión de A Coruña de aplazar el pago de la deuda de la Autoridad Portuaria con Puertos hasta 2035, aunque según el presidente del Ejecutivo autonómico fue algo que se dio por hecho en la reunión de ambos y sobre lo que se pasó de puntillas. “De la moratoria, del refinanciación, esos temas no se tocaron, quedaron para seguir trabajándolos con la ciudad. Solo (hablamos) sobre que hay que refinanciar y que el Puerto no puede pagar de forma inmediata, que no es posible”, relató.

El tren, el punto de partida

En esa cumbre llegó, por encima de todo, el compromiso de Ábalos de sufragar la conexión a Langosteira, algo que había quedado supeditado a un plan de viabilidad del Puerto tras la reunión de hace tres semanas en el Concello. Martín Fernández Prado, presidente de la Autoridad Portuaria, celebraba ayer el paso al frente, ya que “el tren es fundamental para lograr la máxima operatividad del puerto exterior, para apoyar el desarrollo industrial y económico y para afrontar la transformación de la fachada marítima”, apuntaba. La alcaldesa Inés Rey centraba la base del éxito, del desbloqueo de la financiación, en la reunión que auspició el 23 de febrero, algo que no comparte el grupo popular, que cree que todo se debe “al liderazgo de Feijóo”. Su portavoz Rosa Gallego alude también a “la necesaria condonación de la deuda” del Puerto, una cuestión no mencionada por el presidente gallego en sus comparecencias de los dos últimos días.