La larga sequía goleadora que aquejaba a Miku terminó el domingo con un triplete y el delantero venezolano del Deportivo desveló horas después en una emisora de radio que algunos de sus compañeros le mandaron mensajes de voz a su mujer en los que le decían que ahora no puede quejarse de que no le envían buenos centros para rematar. Miku explicó que en las reuniones familiares de la plantilla su esposa, a la que calificó de “muy futbolera”, se lamenta siempre de que no le proporcionan balones en buenas condiciones. El jugador también señaló que, pese a su gran actuación y pese a que sus hijas le felicitaron, su mujer no dudó en criticarle.