Inés Rey, Valentín González Formoso, Antonio Couceiro, Richard Huerta, Cristina Toba, Pedro Villarino, Beni Vidal y Marta Fernández.

La propietaria del ya desaparecido Bâbâ Bar, Cristina Toba, se reunía hace un año en su local con un grupo finlandés que tuvo que anular su gira a medida que avanzaba por Europa. Cuando los músicos llegaron a A Coruña tampoco tuvieron suerte. El coronavirus también había cambiado la vida en este pequeño balcón al Atlántico. Toba disfrutó a solas de una canción en directo en su sala de conciertos, la que meses después cerró de forma definitiva al no poder hacer frente a la crisis de la pandemia. “Ya ha pasado un año”, reflexiona, todavía con tristeza por el “mal momento” que atraviesa el sector cultural. Cristina Toba se define como una persona “positiva” y por eso hace 365 días, en aquel marzo que nadie puede olvidar, tenía claro que el encierro no podía durar demasiado. Pero lo hizo.

Ese pensamiento viajó por las cabezas de muchos. La alcaldesa Inés Rey pensaba que el encierro duraría “quince días o tres semanas”. Igual que hosteleros y comerciantes, que afrontaban la situación con “incertidumbre”, pero deseando reencontrarse con sus clientes. Un miedo a lo desconocido que llegó a los pasillos de los hospitales. Aquellos que lucharon —y luchan— contra el coronavirus mientras recibían aplausos desde las ventanas a las ocho en punto fueron “conociendo”, poco a poco, aquello a lo que se enfrentaban diariamente, recuerda la médica de Urgencias, María Cordido, que asegura que “la población ayudó mucho”.

El deporte, la música y el turismo frenaron en seco, y todavía les cuesta arrancar. El presidente de la Asociación Provincial de Hospedaje, Richard Huerta, declara que el suyo es “el sector más golpeado por la pandemia” con una caída de la facturación “del 80%”. “Tuvimos que readaptarnos a la nueva realidad”, destaca. Para el comercio, indica la portavoz del Distrito Oza, el COVID-19 supuso “un antes y un después”. Llegó en un mal momento y no ha hecho nada más que empeorarlo. Pero la esperanza sigue intacta, por “seguir abiertos y sanos un año después”.

Inés Rey - Alcaldesa

"Nadie tenía un manual de instrucciones"

Inés Rey, en la tribuna del público del Salón de Plenos municipal. | // CARLOS PARDELLAS

A la alcaldesa, Inés Rey, la pandemia y todas sus consecuencias le “quitan el sueño” desde hace un año, cuando creía que el confinamiento “iba a ser de quince días o tres semanas”. “Nadie tenía un manual de instrucciones”, insiste, y confiesa que al principio hubo mucha “incertidumbre”.

Valentín González Formoso - Presidente de la Diputación

"Los primeros días de confinamiento fueron un shock"

Valentín González Formoso

Cuenta el presidente de la Diputación, Valentín González Formoso, que tuvo que “hacer frente a una situación inesperada e incierta”. “Los primeros días de confinamientos fueron un auténtico shock como país”, sentencia. La entidad provincial tuvo que asumir “retos logísticos y tecnológicos”.

Antonio Couceiro - Presidente de la Cámara de Comercio

"Fue una situación sanitaria inimaginable"

Antonio Couceiro Carlos Pardellas

El presidente de la Cámara de Comercio, Antonio Couceiro, afirma que la pandemia “generó que el entorno económico viviera una incertidumbre máxima”. “Era un situación sanitaria inimaginable”, apunta. Lo que quedó claro, añade, fue que “las empresas necesitan liquidez”.

Richard Huerta - Presidente de Hospeco

"Nadie esperaba que perdurase tanto en el tiempo"

Richard Huerta

El presidente de la asociación de hospedaje Hospeco, Richard Huerta, todavía recuerda “las noticias que llegaban de Italia” y le hacían esperar lo “peor”. “Pero nadie esperaba que esto perdurase tanto en el tiempo. Contábamos con dos o tres meses”, apunta, y reconoce que fueron “momentos duros”.

María Cordido - Médica de Urgencias

"Al principio tenía miedo por la incertidumbre"

María Cordido

Aunque recibió informaciones de “compañeros de Madrid y de los jefes”, la médica de Urgencias, María Cordido, reconoce que “al principio tenía miedo por la incertidumbre”. “No sabíamos lo que iba a durar, pero poco a poco nos fuimos adaptando y ayudándonos entre todos”, relata.

Cristina Toba - Propietaria del Bâbâ Bar

"Empezaron las cancelaciones y sentí tristeza"

Cristina Toba Víctor Echave

Hasta que empezó el estado de alarma, Cristina Toba tenía todo programado para los conciertos en el Bâbâ Bar. “Cuando empezaron las cancelaciones, sentí una gran tristeza”, recuerda aquel momento en el que se preguntaba “¿qué va a pasar”? Lo suyo “acabó en cierre”.

Pedro Villarino - Hostelero

"Era todo desconocido, no sabíamos nada"

Pedro Villarino

Pedro Villarino, portavoz de Shostalería, recuerda perfectamente “cómo se precipitó todo desde que llegaron las noticias de China y hasta que se habló de cierre”. Para bares y restaurantes, “era todo desconocido”. “No sabíamos nada lo que iba a pasar”, concluye.

Marta Fernández - Vicepresidenta de Distrito Oza

"En aquel viernes fatídico no creímos que fuese tanto"

Marta Fernández

“Nos afectó mucho el cierre y el miedo generalizado que había”, explica la vicepresidenta de Distrito Oza, Marta Fernández, que tiene una tienda de relojes. “La pandemia marcó un antes y un después”, resume, y asegura que “en aquel viernes fatídico no creímos que fuese tanto”.

Beni Vidal - Profesora

"Sufrimos un vacío físico pero también anímico"

Beni Vidal

La coordinadora de Bachillerato del Eusebio da Guarda, Beni Vidal, vio cómo hace un año se vaciaba el instituto. “Sufrimos un vacío físico pero también anímico”, revela, y asegura que así empezaron jornadas de “24 horas para que nadie se quedase atrás”.

Juan Copa - Entrenador del Liceo

"Fueron momentos complicados"

Juan Copa Carlos Pardellas

El Liceo dejó de entrenar y jugar de un día para otro. “Había rumores y cuando nos dijeron lo del confinamiento pensamos que solo serían dos semanas”, cuenta. Pero no. “Hubo preocupación y fueron momentos complicados”, expone el técnico liceísta.