Hace casi dos años, en abril de 2019, Casa Maumejean desmontó los paneles que forman la vidriera con simbología franquista del Palacio de María Pita, sostenida sobre una estructura de hierro en lo alto del recibidor del edificio. Los llevaron a Madrid para lavarlos y limpiarlos y sustituir el escudo que contiene el águila de San Juan, también símbolo de la monarquía castellana, por el emblema oficial desde 1981. Ayer la misma empresa estaba de nuevo en A Coruña para devolver las piezas tal como se las encontró hace dos años, sin lavar, pintar ni haber cambiado el escudo debido al mal estado de conservación. El Concello va a licitar de nuevo la intervención, esta vez por un importe más elevado tras diseñar otro proyecto de restauración.

Francisco Hernando, director de Casa Maumejean, aseguraba ayer que su empresa renunció al contrato a comienzos de 2020 tras varios contactos con el Ayuntamiento porque los trabajos que requiere la restauración de la vidriera son más caros que el importe por el que fueron licitados, unos 60.000 euros, debido al deterioro de los paneles. Añade que hasta hace poco no se le pidió devolver las piezas, aunque fuentes municipales señalan que se le requirió antes en más de una ocasión, que coincidieron con el estado de alarma por el COVID.

Lo único que ha hecho Maumejean, que diseñó e instaló la vidriera original, ha sido limpiar y pintar la estructura de hierro dulce que la sostiene, además de desmontar los paneles, transportarlos y traerlos de vuelta sin restaurarlos. Ayer colocaba parte de las piezas en una sala de la planta alta del edificio municipal y tendrá que hacer más viajes para traer el resto. El Concello, dice, le pagará algo más de 7.000 euros.

El Gobierno local contrató a finales de 2017, en el mandato de Marea Atlántica, la retirada del escudo preconstitucional de la vidriera que preside la escalera principal del Palacio de María Pita. El objeto de la contratación fue la eliminación de un símbolo del franquismo para dar cumplimiento a la Ley de Memoria Histórica, en concreto el águila de un escudo sobre el que la comisión de expertos que en 2009 había asesorado al Concello sobre cómo había que cumplir con la legislación no se había puesto de acuerdo. Los grupos municipales también diferían y el Concello, gobernado por el bipartito PSOE-BNG, defendía entonces la conveniencia de conservar el escudo como una “pieza de museo inserta en el edificio municipal”. Los trabajos finalmente se contrataron por decisión del Ejecutivo de Marea, con la previsión de dedicar tres meses a pintar los paneles y otro más a volver a instalarlos, ya sin el escudo franquista. Los trabajos volverán a licitarse.