La Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Bens prevé comenzar en el segundo trimestre de este año los ensayos de inyección de hidrógeno y biometano en su red de gas y en vehículos que empleen este tipo de combustible para comprobar si su funcionamiento es adecuado y averiguar hasta qué porcentaje de mezcla puede efectuarse. Así lo anunció ayer David Meana, miembro de EnergyLab, empresa que participa en este proyecto de investigación junto con la propia EDAR y Naturgy, quienes cuentan además con el respaldo financiero de la Xunta a través de la Axencia Galega de Innovación.

Esta iniciativa, que se desarrollará hasta finales de 2023, supone la consolidación de la investigación que permitió generar biometano con la fermentación de los residuos urbanos llegados a la planta en la Unidad Mixta de Gases Renovables de la depuradora con el que se hizo funcionar un autobús del transporte metropolitano y tres furgonetas de la propia EDAR. Pero ahora el objetivo es mucho más ambicioso, ya que los socios del proyecto se proponen no solo generar el hidrógeno verde que pueda ser utilizado como combustible, ya que carece de emisiones contaminantes.

“Caminar hacia la energía verde no solo un reto, es una necesidad”, manifestó ayer la concejala de Medio Ambiente, Esther Fontán, durante la presentación del proyecto en las instalaciones de Bens, donde se generará el hidrógeno mediante un proceso de electrólisis en el que la electricidad será producida en la misma depuradora mediante una turbina instalada en el pozo al que cae el agua depurada que se lanza al mar, 150.000 millones de litros con los que se generarán 1.400 megavatios al año para disociar el hidrógeno y el oxígeno.

El hidrógeno se mezclará con el dióxido de carbono producido en la planta de biometano de Bens para conseguir metano, que será introducido en la red de gas natural de la planta y en algunos vehículos con una mezcla de hasta el 30%, según se anunció ayer, ya que tiene un mayor poder calorífico y proporcionará un mayor rendimiento al motor. El inconveniente que puede surgir durante la experiencia es el comportamiento del hidrógeno en estos equipos, ya las moléculas de este gas son de un tamaño muy pequeño y si quedan atrapadas pueden hacer que los materiales se deterioren y producir fugas, lo que también se analizará en esta investigación.

El conselleiro de Economía, Francisco Conde, señaló ayer en la presentación del proyecto que es un modelo “exportable a toda Galicia” y “pionero a nivel nacional”, así como que la energía que se generará podría abastecer durante un año a 2.800 viviendas, 3.000 coches o 60 autobuses. Conde consideró un “salto cualitativo” la introducción del hidrógeno en la red de gas e inscribió esta iniciativa dentro de la economía circular.

Una planta volcada con la investigación

La actividad de la Unidad Mixta de Gases Renovables no es la única línea de investigación en la que trabaja la EDAR de Bens, que desarrolla otras actuaciones para dar rendimiento a las aguas y los residuos que llegan a sus instalaciones. Una de ellas es el aprovechamiento de las aguas fecales que llegan a la depuradora de Xubín, en el municipio de Oleiros, para el riego del campo de golf de Xaz, lo que evitará el abundante consumo de agua que tienen los equipamientos deportivos de ese tipo. La depuradora coruñesa también estudia la persistencia en las aguas residuales de fármacos, pesticidas, hormonas y productos de higiene personal, además del uso como asfalto de productos carbonatados generados a partir de residuos. Otra línea de investigación es COVID-Bens, el análisis de la carga viral en las aguas residuales, que predice picos de contagios con 15 días de antelación e incluso calcula el número de infectados mediante un modelo matemático.