El Eixo Atlántico presentó el pasado día 10 en Ferrol un estudio sobre la línea ferroviaria A Coruña-Ferrol que defendía una inversión de al menos 730 millones para renovarla de forma que el viaje se efectúe en 40 minutos. La Plataforma en Defensa do Tren A Coruña e As Mariñas considera que esa actuación implica la construcción de un nuevo trazado, opción que descarta en favor de la reforma del actual, según explica su portavoz, Alberto Díaz.

El informe del Eixo Atlántico calcula los tiempos de viaje con la reforma que propone con una sola parada en Betanzos. ¿Interpreta que se pretende que no haya más?

He leído el informe y verdaderamente lo que viene a decir es eso. Hay dos planteamientos, uno es una línea nueva y otro remodelar la línea antigua para acortar el tiempo y que defiende una única parada en Betanzos. Si es así, estamos haciendo un pan con unas hostias, porque si en el entorno de la vía viven medio millón de personas, les estamos restando el servicio que se les podría prestar.

¿Sería necesario entonces construir un nuevo trazado?

Todo lo contrario, habría que mantener el mismo trazado pero haciendo las obras necesarias para ampliar los radios de curva y eliminar las numerosas pendientes que hay. Si se electrifica la línea, los trenes eléctricos tienen mucha más potencia y esas pendientes serían asumibles.

¿No habría problemas para ampliar los radios de curva al ser una zona densamente poblada?

Yo creo que no, con algunas curvas podría ser un poco complicado, pero si hubiera que hacer algún túnel o viaducto, que seguramente habría que hacerlo en la salida de Betanzos o en Pontedeume para cambiar los puentes antiguos, consideramos que no sería una obra de mucha envergadura. Lo que hay que hacer también es adaptar las estaciones para que sean accesibles a todo tipo de personas, ya que ninguna de ellas dispone de condiciones para que una persona con discapacidad pueda acceder al tren, ya que los andenes son antiguos y a la gente le cuesta un triunfo subirse.

¿Cree ajustada la inversión de 730 millones en la línea que el informe del Eixo Atlántico ve necesaria para reformarla?

No somos ingenieros para cuantificarla, pero esa cantidad implica la construcción de una línea nueva que saldría de Uxes y pasaría por Cecebre para llegar a Betanzos, desde donde se dirigiría a Ferrol e imagino que por un trazado diferente al que hay. La alternativa que propone es rectificar algunos radios de curvas y alguna pendiente y el baipás de Betanzos, que cuantifica en unos 50 millones. Pero lo que hay que hacer es modernizar la plataforma de vía, electrificar, poner trenes eléctricos y adaptar las estaciones con aparcamientos disuasorios para que la gente pueda llegar.

¿Qué le pareció el apoyo de los ayuntamientos de A Coruña y Ferrol al informe?

Está bien que levanten la voz, pero ya llevamos muchos años haciéndolo tanto la plataforma como los alcaldes que ha habido anteriormente. Ya hemos hecho cuatro viajes reivindicativos en la línea en los que participaron un gran número de alcaldes, incluidos los de A Coruña y de Ferrol, pero no se atendió esta reivindicación. Este informe defiende intereses de empresarios que lo que quieren son conexiones con los puertos para poder sacar sus mercancías aprovechando las inversiones públicas, cuando lo que hay que hacer es invertir para tener un servicio de calidad, primero a la ciudadanía y después al transporte de mercancías.

¿Cree entonces que el único interés de ese estudio es beneficiar al transporte desde los puertos?

Es lo que más parece que interesa, ya que plantea estaciones para que puedan cruzarlas trenes de 740 metros de longitud, y todo ello por el Eje Atlántico del que se planteaba que llegase hasta Ferrol. Si fuese así, el trazado tendría que reunir las mismas condiciones que el de A Coruña-Vigo, con velocidades de 200 kilómetros por hora, lo que implicaría una plataforma y un trazado nuevos, pero no entendemos que eso sea lo más importante.

¿Piensa que hay voluntad de Adif y el Ministerio de Transportes de acometer obras en esta línea?

Con los años que llevamos reivindicándolo, voluntad hasta la fecha no ha habido. El baipás, que lo llevamos reclamando veinte años, tardará aún dos años en ver terminado su estudio informativo, cuando entendemos que las obras ya tendrían que estar hechas y que tendría que haber voluntad política, primero por parte de la Xunta, que aunque ha hecho alguna propuesta, no está presionando para que sea una realidad, y después del Gobierno del Estado, al que solo le interesa invertir en la Alta Velocidad, ya que para las líneas convencionales solo hay poco más del 20% de los fondos, cuando hay unos 3.000 kilómetros de Alta Velocidad y 12.000 de convencionales.

¿Coincide con el informe del Eixo Atlántico en que la obra del baipás es insuficiente para mejorar la línea?

Eso está claro, porque el baipás es la primera traviesa que hay que poner para que se haga la inversión oportuna y la línea sea competitiva con otros medios de transporte. Si hablamos de un viaje de menos de una hora estaremos compitiendo con la carretera, por lo que tampoco se está pidiendo una maravilla. Si se trata de una línea de cercanías debería dar servicio a toda la población y por lo tanto no se necesitan velocidades de 200 por hora porque el trayecto son 69 kilómetros. Lo que hace falta son trenes eléctricos para ir a las velocidades máximas que permita el recorrido y recortarle 15 o 20 minutos al viaje, que ya sería importante.

¿Por qué hay tanta reticencia a hacer esta inversión desde hace tanto tiempo?

La única pretensión que ha habido con el ferrocarril en los diferentes gobiernos del Estado español ha sido mantener las líneas de Alta Velocidad y dejar que el resto vaya perdiendo poco a poco capacidad y utilización, con lo que se justifica el cierre de las líneas. Es una política que lleva muchos años planteándose y que ha permitido cerrar hasta la fecha 7.600 kilómetros de líneas.

Pero en otras áreas metropolitanas españolas hay líneas de cercanías y que funcionan.

El problema es que en Galicia no hay ninguna línea considerada de cercanías y por eso no recibimos subvenciones de Europa para mantener el servicio, solo las estatales por la obligación del servicio público y que cada vez son menores. Todas las comunidades tienen cercanías menos Galicia y Extremadura.