El comité de empresa de la planta de tratamiento de residuos de Nostián denuncia el mal estado de la factoría que, actualmente, está gestionada por Albada, toda vez que en agosto del año pasado terminó la intervención municipal de las instalaciones.

“Por mucho que nos diga la concejala de Medio Ambiente [Esther Fontán] que están bien, a la ya sabida situación del vertedero, que está sin sellar y que genera gratuitamente lixiviados que acaban en el mar, debemos añadir que, a principios de esta año se produjo una grieta en un biodigestor que lo mantiene paralizado ”, explicó ayer Hadrián Canosa, representante de la CIG en el comité de empresa.

Preguntada por este diario, la empresa ha confirmado este extremo aunque asegura que esta situación no afecta a la productividad de la planta. Alega también que no hay planes de reparar esta fisura en el hormigón, ya que, la factoría cuenta con otros tres biodigestores más, por lo que considera innecesario invertir en su arreglo actualmente.

No son los únicos desperfectos que narraron ayer los trabajadores de la planta. “Llueve dentro de las naves, sobre los cuadros eléctricos, sobre los puntos de luz y sobre las zonas de paso; cayó el falso techo de una oficina y casi alcanza a un trabajador y la limpieza de las instalaciones es deficiente debido al estado de las cintas transportadoras, que carecen de las barreras de protección obligatorias”, relató Canosa, que aseguró además, que tienen un “gran problema” con las gaviotas, que defecan en las instalaciones, por lo que precisan que se arregle el techo del aparcamiento.

Añadió también que desde el fin de la intervención municipal —que duró ocho meses— la mayoría del tiempo, solo hay un trabajador por cinta transportadora y que eso acarrea que material reciclable vaya directamente a un vertedero, ya que los operarios no son capaces de retirar de su cinta todo el papel, cartón o vidrio que entra como inorgánico.

Según los cálculos de los trabajadores, la recuperación de los residuos que pueden ser reciclados se ha reducido, aproximadamente, en un 7% desde que se acabó la intervención. “Trabajamos en la basura, pero no somos basura”, reivindicó ayer Canosa, ya que, a todos estos problemas y a no saber cuándo ni cómo saldrán los pliegos de condiciones a licitación para renovar el contrato, suman que la gestora de la planta lo es actualmente porque el Concello forzó la prórroga de la adjudicación.

Albada alega que la planta tiene “achaques” debido a que ha cumplido ya más de veinte años y enmarca las quejas de los trabajadores en un escenario de negociación de su convenio. Sobre la caída del reciclaje, fuentes de la empresa aseguran que se debe a una reducción generalizada en todas las factorías por el impacto de la pandemia.

Este descenso en la recuperación de material repercute en los trabajadores, que tienen una paga vinculada a la productividad, y también en las arcas municipales, ya que, a más material tratado, mayor es la aportación que realiza Ecoembes al Concello.

Para reclamar una mesa de trabajo con la concejala de Medio Ambiente en la que puedan conocer de antemano el pliego de condiciones de la gestión de la planta y también en qué punto está su tramitación, el comité de empresa convoca concentraciones en María Pita para mañana y para el 8 de abril, de 9.30 a 10.30 horas, según anunció ayer su, presidente, Julio Maceiras, de UGT, en las que se velará por el cumplimiento de las medidas sanitarias.

La concejala de Medio Ambiente, Esther Fontán, aseguró a este diario y también en el Pleno, que los pliegos habían sufrido una paralización durante los primeros meses del estado de alarma y que, una vez retomada la revisión de su contenido, habían tenido que adaptarlos a nuevas directivas europeas, por lo que todavía no habían pasado a Contratación.

Los trabajadores demandan conocer el contenido de los pliegos para saber si incluyen los compromisos a los que habían llegado con la anterior concejala de Medio Ambiente, María García, de Marea Atlántica, y posteriormente también con Fontán, como que se cubriesen las bajas por enfermedad o por accidente, que se renovasen los vestuarios para que los operarios pudiesen cambiarse con mayor facilidad, sobre todo ahora, que es obligado el mantenimiento de la distancia social, que se garanticen los puestos de trabajo existentes y que los actuales operarios tengan derecho a la subrogación y se reduzca la eventualidad y también que se habiliten dos líneas de transporte colectivo, toda vez que no hay frecuencias de buses urbanos para acceder a la planta.

Desconocen si estos acuerdos están o no recogidos en los documentos y si están blindados algunos de los “derechos conquistados” durante los años en los que llevan trabajando en la planta.

El comité de empresa le exige también a la concejala de Medio Ambiente, incluso a la alcaldesa, Inés Rey, que se manifiesten sobre la posición de la Xunta de primar el modelo de Sogama sobre los que apuestan por el reciclaje, como el de Nostián, a pesar de que, según aclararon los trabajadores, desde la apertura de la planta, no se vendió “ni un solo gramo de compost” derivado de la recuperación de material orgánico en la planta. Los trabajadores recordaron también que el vertedero de Nostián está todavía sin sellar, a pesar del fallo que obliga a la empresa a ejecutar los trabajos, y que eso genera vertidos que acaban en el mar, al filtrarse el agua en los residuos almacenados.

A preguntas de este diario, el Gobierno local ha asegurado que defiende el modelo coruñés de tratamiento de residuos de Nostián, que apuesta por el compostaje de la materia orgánica, por el aprovechamiento de los residuos y por la economía circular, frente a otras opciones, como la incineración de los residuos.

Fuentes municipales abundaron ayer en los argumentos que la concejala de Medio Ambiente, Esther Fontán, ya había dado en el Pleno, para justificar el retraso en la licitación de los pliegos de la planta de Nostián. Declinaron dar una fecha para la apertura del proceso y también rechazaron exponer cuál es su posición sobre la petición de los trabajadores, de crear una mesa de trabajo en la que puedan conocer el contenido de los pliegos y aportar su visión.

“Los cambios normativos han obligado a adaptar la redacción de los pliegos. Estamos ante una oportunidad histórica y única de situar a Nostián, y por tanto a la ciudad de A Coruña, a la cabeza de la circularidad y del aprovechamiento de los residuos. Sabemos que es un reto muy ambicioso pero buscamos ser una vez más pioneros y ponernos a la cabeza de las Plantas de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos”, comentaron ayer fuentes del Gobierno local.

“El paquete de directivas comunitarias en materia de tratamiento de residuos que se han ido sucediendo en este último año, junto con las leyes estatal y autonómica de residuos marcan el camino a seguir: minimizar residuos, potenciar la economía circular y el fin de los vertederos a cielo abierto”, defendieron desde el Concello.

Los trabajadores aseguraron ayer que ellos también son partidarios del modelo de Nostián, que prima el reciclaje y la recuperación de residuos sobre la incineración, aunque advirtieron que, hasta que vean los pliegos y sepan si contienen todas estas promesas, no estarán seguros de que esta es la apuesta del Concello.

Sobre la situación en la que se encuentran los trabajadores de la planta, fuentes municipales indicaron que “la prioridad es mejorar y aumentar su seguridad” y “el buen funcionamiento de la planta con los nuevos pliegos”.

Sobre la caída en el reciclaje que denuncian los trabajadores, el Gobierno local considera que la planta “sigue cumpliendo objetivos” a pesar de las restricciones derivadas de la pandemia.

Indicaron que el “promedio de recuperación en el año 2019 fue de 1.128 toneladas al mes, mientras que en 2020 con las restricciones normativas aplicables a la recuperación manual fue de 1.048 toneladas al mes”.

El Concello declina poner fecha a la licitación y alega que los cambios en las normativas retrasan su tramitación