Los trabajadores de la planta de tratamiento de residuos de Nostián se han concentrado esta mañana en la plaza de María Pita para exigir al Gobierno local que agilice la redacción de los pliegos del concurso para poder licitarlo y, por consiguiente, adjudicarlo cuanto antes. Se quejan no solo del retraso en la tramitación, ya que, tras las elecciones y el cambio en la Alcaldía, contaban con que los pliegos que había dejado Marea Atlántica se publicasen en breve, algo que no sucedió, tampoco tras la intervención municipal de la planta, sino también de que, actualmente, no conocen su contenido. No es su única preocupación. El mal estado de la planta, la falta de inversión en las instalaciones, la falta de personal, que su convenio colectivo no está vigente y que se reduce el reciclaje en la factoría entran también en las demandas de estos trabajadores que reclaman que no se les trate “como basura”.

Hace ya más de un año que el contrato de gestión de la planta está caducado y que Albada se hace cargo de Nostián atendiendo a una prórroga forzosa del contrato. Durante el mandato de Marea Atlántica, la concejal de Medio Ambiente, María García, inició la redacción de los pliegos que guiarían la gestión de la planta de Nostián durante los siguientes veinte años. Para ello, mantuvo reuniones con los miembros del comité de empresa, para poder incluir en la redacción las demandas que los trabajadores tenían, toda vez que la concesión expiraba a finales de 2020.

En abril de 2019, trabajadores y concejala firmaron un compromiso de que la empresa que resultase adjudicataria del concurso tendría que cumplir, como mínimo, las garantías recogidas en el convenio colectivo de 2017 —es decir, mantener los puestos de trabajo, los salarios y también todos los derechos conquistados durante sus veinte años de existencia—, también que no se amortizarían puestos de trabajo para poder externalizar los servicios después, dar mayor estabilidad al personal eventual y que se cubrirían las bajas por enfermedad, así como que los trabajadores de las empresas subcontratadas del mantenimiento tendrían derecho a subrogación y que invirtiese en la renovación de la maquinaria ya que, según denuncian los que la utilizan a diario, está “en una situación calamitosa”. Pero el contrato llegó al final del mandato sin sacarse a concurso.

Con el cambio de gobierno, la alcaldesa, Inés Rey, aseguró que los pliegos que había dejado Marea Atlántica no estaban finalizados sino “en una fase inicial”. En octubre de 2019, en una reunión con los concellos que llevan su basura a Nostián, Rey confirmó que el nuevo pliego no estaría listo para finales de año y descartó la posibilidad de agotar la prórroga del contrato. Entonces, se comprometió a estudiar las demandas de los ayuntamientos del Consorcio para incluirlas en el contrato y, si no fuera posible, establecer planes personalizados con cada Concello.

En noviembre de 2019, Albada anunció que, a partir del 1 de enero —cuando entrase en vigor la prórroga del contrato—, dejaría de recoger la basura de los concellos del Consorcio As Mariñas, al entender que su único compromiso era con A Coruña. Eso derivó en la presentación de un ERTE que afectaría al 40% de la plantilla, ya que cifraba en ese 40% la pérdida de los residuos que entrarían en la planta al dejar de procesar el material procedente de la comarca.

En respuesta, los trabajadores iniciaron una huelga indefinida que duró más de una semana para forzar a Albada a mantener los empleos a partir del 1 de enero, también el Concello presionó a la empresa advirtiéndole de la intervención de la planta. Finalmente, el Gobierno local tuvo que ejecutar esta intervención, ya que Albada no cedió. El procedimiento tenía una duración máxima de ocho meses y, con ella, el Ejecutivo, además de salvar los empleos y de mantener el tratamiento de los residuos, ganaba tiempo para la redacción de los nuevos pliegos.

En una reunión con la concejala de Medio Ambiente, Esther Fontán, la plantilla planteó nuevas propuestas, que la edil prometió que se incluirían en la redacción de las condiciones, como la ampliación de los vestuarios, para poder cumplir con las nuevas medidas sanitarias impuestas para evitar contagios de coronavirus y también habilitar dos líneas de transporte colectivo para poder llegar a la planta. Entonces, el Concello puso sobre la mesa la idea de hacer un contrato puente entre la intervención municipal y el nuevo concurso, aunque, finalmente, ese procedimiento no se llevó a cabo.

En marzo llegó la pandemia y, con ella, el estado de alarma y que la elaboración de los pliegos, que se están redactando en la Concejalía de Medio Ambiente, se paralizase. Con la desescalada, los técnicos retomaron este trabajo y, según admitió la titular del área, Esther Fontán, cuando estaban haciendo la revisión del contenido, se dieron cuenta de que tendrían que adaptarlos a las nuevas normativas europeas y del Ministerio para la Transición Ecológica, un proceso que todavía no ha terminado.

Albada volvió a ponerse al frente de Nostián en noviembre del año pasado, cumpliendo con la prórroga forzosa que ejecutó el Concello. Preguntado por este diario, el Gobierno local sigue diciendo que está adaptando los pliegos a las nuevas normativas y rechaza poner una fecha a la licitación. Ante este panorama, el comité de empresa ha exigido conocer, al menos, el contenido de los pliegos antes de que se liciten, para saber si, finalmente, sus propuestas están recogidas. Sobre esta petición de establecer una mesa de trabajo, el Gobierno local no dio respuesta.

Tras la convocatoria de concentraciones de los trabajadores, que han estado hoy de 09.30 a 10.30 horas en María Pita, y también estarán el 8 de abril, el PP ha reclamado también al Gobierno local no solo que licite el contrato sino también que actúe en la planta, toda vez que los trabajadores han alertado del mal estado de las instalaciones, como que las cintas transportadoras carecen de protecciones de seguridad.

Los trabajadores advirtieron también de que, a principios de año, se habían detectado roturas en uno de los cuatro biodigestores que tienen las instalaciones y que, a consecuencia de ello, este almacén estaba no está operativo desde entonces. Es por ello por lo que el PP exige soluciones al Gobierno local. Y es que, preguntada por este diario, la concesionaria descartó invertir en la reparación de este biodigestor, ya que, actualmente, solo se necesitan dos para el funcionamiento de la factoría.

Tras la comisión de Medio Ambiente, que se celebró a finales de la semana pasada, también Marea Atlántica y BNG, urgieron al Gobierno local a regularizar la situación de la planta de Nostián, ya que lleva más de un año sin contrato.