Repsol anunció hoy el inicio de las obras de construcción del poliducto que unirá su refinería con el puerto exterior y permitirá trasladar allí, en principio en agosto del próximo año, las operaciones que ahora realiza en el muelle petrolero de A Coruña. La actuación tendrá un coste de 80 millones y forma parte de la inversión de 126 millones que supondrá el traslado de las descargas de crudo, ya que el resto del tráfico petrolero aún está pendiente de un acuerdo con la Autoridad Portuaria.

 

Repsol detalló que la obra civil marina proyectada en punta Langosteira ya está concluida, además de las adjudicaciones de la obra civil y edificaciones de las instalaciones auxiliares del poliducto y de las modificaciones que serán necesarias en la refinería. La compañía añadió que también se completaron todas las fases previstas hasta ahora del plan de conservación de los petroglifos hallados en una parte del trazado, realizadas de acuerdo con el proyecto presentado aprobado en septiembre por la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta de Galicia. Los grabados ruprestres han sido ya extraídos de su emplazamiento original y volverán a colocarse en el mismo cuando se hayan instalado los tubos.

Sacyr Construcción es la empresa encargada de construir el poliducto, que lleva a cabo ya el desbroce de los terrenos situados en el primer kilómetro del trazado, desde el puerto exterior hasta el campo de fútbol de Suevos. Repsol creó un servicio de atención telefónico y online para los vecinos de la zona y la semana pasada hubo reuniones con las asociaciones de vecinos de los núcleos cercanos al trazado, cuyos habitantes recibieron una carta con información del proyecto y el contacto del servicio de atención.

 

Tras el desbroce de todo el recorrido del trazado se iniciará el movimiento de tierras y la apertura de zanjas en ambas direcciones, para de forma progresiva efectuar el montaje del cableado, la fibra óptica y las tuberías, material que ya está almacenado en el puerto exterior.

Repsol anunció que por las noches no se ejecutarán trabajos, pero que mantendrá un protocolo de seguridad y vigilancia de la obra para garantizar la seguridad. Los trabajos no dejarán incomunicada ninguna zona, ya que en los caminos y viales se instalará una alternativa de paso que estará señalizada. Una vez terminen las obras, se restituirá la vegetación y los caminos en todo el entorno.

El poliducto tendrá una longitud de 3,8 kilómetros y discurrirá por los municipios de Arteixo y A Coruña con once tuberías soterradas. Dos se destinarán al transporte de crudo entre la refinería y la nueva terminal marítima del puerto exterior, una tercera llevará trasiego de aguas y las ocho restantes serán para el transporte de otros productos. El trazado del poliducto tendrá una anchura de diez metros y contará con dos metros adicionales a ambos lados para el acceso de los servicios de vigilancia y mantenimiento.