Cada uno tiene sus manías en materia gastronómica, que en la mayor parte de los casos no tienen un origen lógico, por lo que muchas personas rechazan de forma tajante determinados alimentos pese a que a la mayoría le resulten deliciosos. Como para gustos se pintan colores, también la alcaldesa, Inés Rey, tiene su peculiaridad en este sentido. Confesó en una entrevista radiofónica que el bacalao es el único pescado que no es capaz de comer e incluso probar. En una ciudad con una profunda tradición marinera y con una afamada gastronomía basada en los productos pesqueros, la alcaldesa podrá disfrutar, eso sí, de todos los demás pescados.