La red de carril bici de la ciudad sigue creciendo. Mientras se finalizan las obras de la calle Mariscal Pardo de Cela, financiadas con fondos Eidus, el Concello planea también conectar los carriles de Salvador de Madariaga y Pablo Picasso y crear uno nuevo en la avenida de la Habana, así como solventar los problemas que se dan en el cruce de la casa del Mar con Ramón y Cajal.

Nuevas conexiones. Aunque el carril bici ya se extiende por casi toda la ciudad, hay tramos en los que es inexistente y los ciclistas se ven obligados a ocupar la acera o compartir espacio con los coches en la calzada. Por ello, el Gobierno local proyecta conectar las sendas ciclables de Pablo Picasso y Salvador de Madariaga a través de las Pajaritas, un tramo de aproximadamente 200 metros. Este año también se prevé licitar la reforma del paseo marítimo entre A Maestranza y Adormideras para conectarlo mejor con el interior de la urbe. Esto también afecta al carril bici, que se renovará en toda la zona de Pelamios, donde se suprimirán carriles de circulación y quedarán solo dos, uno de ida y otro de vuelta, para los vehículos. También en el paseo marítimo, pero por la parte de Riazor y Orzán, se realizaron trabajos para hacer, hasta As Lagoas, un carril bici, más próximo a la carretera, y una senda para corredores. Una actuación que se prevé repetir en el tramo entre As Lagoas y la Torre de Hércules, un proyecto que ya se ha encargado.

Tramos por construir. La avenida de la Habana es una de los puntos en los que el Concello proyecta ampliar el carril bici. Se financiará con fondos europeos, pero todavía se está analizando cuándo se podrán iniciar los trabajos, según fuentes municipales. El que ya está licitado es el de la avenida de Arteixo, una iniciativa incluida en los Orzamentos Participativos. El tramo discurrirá por los dos márgenes de la avenida de Arteixo hasta la confluencia con la calle Cesuras, por la que se accederá hasta la de José María Rivera, en la que se encuentra la fábrica de Estrella Galicia. El presupuesto de esta actuación es de 209.743 euros y su plazo de ejecución de cuatro meses. La Junta de Gobierno local aprobó también la construcción del carril bici en la calle Severo Ochoa, en Agrela, presupuestado en 951.000 euros. Las obras afectarán a un tramo de 700 metros, desde el cruce con Galileo Galilei hasta la rotonda de la calle Newton y también comprenderá la ampliación de la acera. El carril bici será de dos direcciones y estará separado de las plazas de aparcamiento por una franja de tierra de un metro de anchura.

Zonas que mejorar. Los cruces, en los que coches, patinetes, bicicletas y peatones coinciden, puede ser peligrosos. Como en la Menéndez Pelayo con Linares Rivas, donde el Concello instaló un semáforo para ciclistas. Pretende repetir la misma actuación en otros puntos conflictivos de la ciudad. En Ramón y Cajal, en el cruce de la Casa del Mar, hay problemas de seguridad, por lo que ahí, donde se proyecta una rotonda para aliviar el tráfico, se mejorará el carril bici. Todavía se está estudiando como hacer esta reforma. Fuentes municipales señalan que se han recibido muchas quejas sobre la circulación en esta zona.

Tramo hacia las Pajaritas que prevé conectar los carriles de Salvador de Madariaga y Pablo Picasso. | // C. P.

Los ciclistas reclaman más señales

El colectivo ciclista Mobi-Liza defiende que para mejorar el carril bici de A Coruña es necesario, además de ampliarlo en determinados puntos y realizar mejores conexiones, dotarlo de una “mejor señalización”. “Hay puntos negros y lo principal es la señalización, que es deficiente en toda la red”, expone Ramón Segura, usuario y miembro de Mobi-Liza, que añade que también hay que “concienciar e información a la población”. Insiste en que esas señales, además de marcar por donde se circula, permitirán conocer “los límites de velocidad que nadie sabe”. Además, hay en zonas en las que el ciclista debe compartir espacio con el peatón, como ocurre en ciertos tramos entre A Palloza y la plaza de Ourense. “Recibimos muchos bocinazos por ir por la calzada, cuando sí podemos estar ahí”, apunta. El problema se repite “en las paradas de autobús de Linares Rivas”, donde en hora punta “hay mucha gente”, lo que da lugar a enfrentamientos. También hay problemas en la calzada, pero Segura recuerda que “solo hay obligación de ir por el carril bici en dos zonas, donde está la señal redonda y azul, que están en el paseo marítimo y en Elviña, donde las piscinas”. A Mobi-Liza le preocupa también el estado del carril bici, con “baches, ramas y cristales”.