A Coruña tiene un área Rexurbe desde hace un año. Solo hay tres en Galicia, tres zonas urbanas en las que, por iniciativa de la Xunta, cada ayuntamiento planifica intervenciones urbanísticas que tienen como objeto la recuperación de las condiciones habitacionales, ambientales y sociales de conjuntos históricos catalogados como Bien de Interés Cultural (BIC) que están en situación de degradación arquitectónica o urbanística. El área de la ciudad declarada como Rexurbe comprende dos ámbitos discontinuos, la almendra central de la Ciudad Vieja y el eje Orzán-Panaderas en la zona de Pescadería. El Gobierno local solicitó la protección de estos espacios como área Rexurbe a finales de abril de 2020 y casi un año después todavía trabaja en la elaboración del plan de dinamización para este entorno.

No hay plazo municipal para finalizar este plan asociado al área Rexurbe y la Xunta tampoco establece periodos para completarlo, explican fuentes de la Consellería de Medio Ambiente. Solo Mondoñedo lo tiene diseñado, y en trámites están A Coruña y Ribadavia, y el Consello de la Xunta aprobó a finales de febrero una inversión de 10 millones de euros en el casco histórico de la localidad lucense. El Concello prevé aportar otros 1,8 millones, la Diputación de Lugo, dos y capital privado, otros 3,4 hasta sumar un total de 17 millones que se gastarán en un periodo de cuatro años.

El Concello de A Coruña, consultado por este periódico, evita dar plazos estimativos para la conclusión del plan de dinamización. El documento deberá contener, de acuerdo con la ley gallega de rehabilitación, la realización de “rápidas intervenciones en los planos edificatorio, social, ambiental y económico”. A través de las áreas Rexurbe, el Gobierno gallego dirigirá actuaciones de rehabilitación y al mismo tiempo articulará medidas sociales, ambientales y económicas globales para responder a la “degradación arquitectónica, urbanística o ambiental” de esas zonas.

La Ciudad Vieja fue el primero de los dos ámbitos del área Rexurbe coruñesa que estimó el Concello, a finales de 2019, después de que la Xunta le transmitiese la prioridad de esta zona sobre otra parte urbana con similar degradación y necesidad de rehabilitación por contener los dos únicos conjuntos históricos de la ciudad incluidos en el Registro de Bienes de Interés Cultural de Galicia, la propia Ciudad Vieja y la plaza de Santa Bárbara. Fuentes municipales avanzaban entonces que incluso parte de Pescadería podría entrar en la solicitud. En abril de 2020 la Junta de Gobierno Local aprobó la inclusión de un ámbito más antes de trasladar la petición al Ejecutivo gallego, el eje entre el Orzán y Panaderas, que comprende 21 calles y plazas.

En la Ciudad Vieja el Concello advierte falta de actividad económica en las plantas bajas de algunos edificios y deficientes condiciones de habitabilidad en los pisos más altos de otros. El “uso privativo” de los bajos impide “el dinamismo o vitalidad socioeconómica” de la zona, destacaban los técnicos municipales en el informe por el que se aprobó la presentación de la solicitud, que reclamaba especial atención a las calles Sinagoga, Zapatería y Cortaduría.

El diagnóstico es más severo en Pescadería. El documento municipal advierte que las construcciones en estado ruinoso, 40 entre bajos y edificios enteros, se reparten de forma heterogénea por el ámbito, por lo que considera “una mayor urgencia en lo que se refiere a actuaciones de revitalización, puesto que constituyen el conjunto de calles con mayor degradación arquitectónica, social y urbana”.

Además de tener declarada un área Rexurbe, A Coruña forma parte del programa Rexurbe del Instituto Galego da Vivenda e Solo (IGVS), con el que la Xunta adquiere edificios en mal estado para rehabilitarlos y ofrecer viviendas en régimen de alquiler. Ningún propietario ofreció inmuebles en la convocatoria del año pasado, la primera en la que concurría la ciudad; el Concello contactará directamente con los dueños de edificios susceptibles de ser vendidos para la convocatoria de este año.