La nueva estación de San Cristóbal contará con 5.100 metros cuadrados de superficie para usos comerciales —de acuerdo con el borrador del convenio conocido hasta ahora que deben firmar Concello, Adif y Xunta— pero también con 7.400 metros más que fueron solicitados por el organismo ferroviario y cuyo objetivo es “posibilitar la prestación de más servicios a los usuarios de la estación”, además de “sufragar los considerables gastos de explotación” de la terminal. También pretende Adif con este aumento de la superficie comercial “paliar de alguna manera la millonaria inversión que se va a licitar próximamente” para remodelar la estación coruñesa.

Los usos a los que se pretende destinar esa superficie son “de carácter asociado al ferroviario e inseparables de este” y, al contrario de los 5.100 metros cuadrados que eran autorizados anteriormente, estos no podrán ser vendidos ni transmitidos por Adif. El organismo estatal detalla que los usos serán “no lucrativos” pero que podrán ser “arrendamientos temporales u otras fórmulas de explotación”.

El incremento fue incorporado por el Concello de A Coruña a la modificación del plan general necesario para la puesta en marcha del proyecto de la estación intermodal, cuya aprobación inicial será debatida el jueves en el pleno con el objetivo de que, si recibe los votos necesarios, sea sometida a información pública. El cambio en el volumen de la superficie comercial fue introducido ayer en el expediente de la modificación urbanística minutos antes de la reunión de la comisión de Urbanismo. La propuesta recibió el voto a favor del grupo socialista, mientras que Marea, BNG y Partido Popular decidieron abstenerse. Al ser una aprobación inicial, se podrán presentar alegaciones durante el periodo de exposición e introducirse alguna modificación.

Ante las dudas de Marea Atlántica en el procedimiento, que calificó de “chapuza”, el Gobierno local negó la existencia de ninguna irregularidad y explicó que la modificación urbanística que se someterá pasado mañana a la aprobación del pleno es necesaria para que pueda firmarse el convenio. En relación con el destino de la superficie comercial de 7.400 metros cuadrados que se añadirá al complejo de la estación, señaló que se dedicará a “usos no ferroviarios pero asociados al principal ferroviario, de acuerdo con la ley del sector ferroviario”. Los 5.100 que se habían acordado previamente, forman ya parte del borrador del convenio que está en trámite de autorización por la administración del Estado.

También destaca el Ejecutivo municipal que el cambio del plan general eliminará los 20.000 metros cuadrados de superficie edificable para uso residencial que estaba prevista en el primer convenio para la intermodal, suscrito en 2009, y que también incluía 50.0000 metros cuadrados de superficie comercial y 11.000 para uso terciario de carácter hotelero.

Para Marea, el cambio del plan general se está tramitando “de manera irregular” al incluir el convenio entre las tres administraciones sobre la estación antes de su aprobación, por lo que interpretó que se pretende autorizar ese acuerdo mediante su introducción en la modificación urbanística. Su viceportavoz, Iago Martínez, calificó además la ampliación de la superficie comercial en la estación de “perjudicial tanto para el interés general como para el Concello de A Coruña”. Marea advirtió durante la reunión de la comisión que esta tramitación, junto con la falta de informes, crea “inseguridad jurídica” sobre la modificación urbanística, por lo que propuso dejarlo sobre la mesa. Martínez detalló que al alertar de que el expediente mencionaba que al no estar aprobado el convenio para poner en marcha la intermodal, no podía someterse el cambio urbanístico a exposición pública, llevó al concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, a enmendar este aspecto del expediente de forma verbal.

Pero Marea entiende que la mayor dotación comercial que ahora se aprueba para Adif tiene por objetivo “premiar por la puerta de atrás” a la empresa pública” pese a que esta solo ofrece a la ciudad “atrasos e incumplimientos”, en referencia a la demora que sufre la licitación de la remodelación de la estación, ya que en junio de 2019 se anunció que saldría a concurso de forma inminente y están a punto de cumplirse dos años desde entonces sin que todavía se conozca cuándo se iniciará ese proceso. El cambio en el plan general es el único punto del día de carácter resolutivo que tendrá el pleno del jueves. El Partido Popular y BNG, que se abstuvieron en la Comisión de Urbanismo, optaron ayer por dejar su postura para el pleno.

Sin fechas para la licitación de la nueva terminal

Los Presupuestos Generales del Estado cuentan con una partida de 18 millones destinada al inicio de la reforma de la estación ferroviaria que formará parte de la intermodal, pero el proyecto todavía no ha salido a concurso y se desconoce cuándo lo hará. El volumen de esta actuación, que tendrá un coste aproximado de 48,5 millones y un plazo de ejecución de 28 meses, obliga a que su licitación tenga una duración mínima de medio año, por lo que es difícil que las obras puedan comenzar antes de 2022 y, en el caso de que lo hicieran a comienzos de ese año, terminarían en 2025. Pero estos plazos quedan en entredicho por la reciente decisión de Adif de adjudicar un estudio para adaptar el proyecto de la estación al nuevo código de edificación. El documento deberá ser entregado en noviembre, por lo que cabe pensar que al menos hasta entonces no podrá abrirse la licitación. Otra iniciativa de Adif sobre este proyecto es la publicación del anuncio en el Diario Oficial de la Unión Europea de la próxima licitación de la redacción del proyecto de la pasarela peatonal y ciclista que permitirá circular entre las avenidas do Ferrocarril y de A Sardiñeira, aunque no hay una fecha para la apertura del concurso, en el que se prevé que la adjudicataria disponga de 16 meses para elaborar su propuesta. La otra pata de la intermodal, la nueva estación de autobuses que construirá la Xunta, se prevé que pueda comenzar su construcción a finales del próximo año.