Los vecinos del margen derecho de Alfonso Molina, que solicitan ser excluidos del desarrollo del polígono de Xuxán, no han conseguido todavía que el Concello les dé una solución que se adapte a sus peticiones y así se lo hicieron saber el 18 de febrero, cuando mostraron su disconformidad con la que el Concello considera que es “la única solución de trabajo posible dentro del marco urbanístico y legal actual”: la reversión de la reparcelación.

El Gobierno local informa al BNG, en respuesta a una pregunta escrita planteada al Pleno, de que, si bien durante el año pasado se mantuvieron varias reuniones con los vecinos para darles una solución a su situación, toda vez que no se va a desarrollar el plan tal y como estaba previsto en la parte derecha de la avenida, los vecinos rechazaron en febrero la que los técnicos municipales consideran que es la única “solución de trabajo”.

Los vecinos no están de acuerdo con la reversión de la reparcelación, porque esa figura legal no les exime de seguir siendo promotores de la obra y no les deja tampoco fuera de las cuotas de urbanización, uno de los lastres que acarrean desde hace ya más de diez años, ya que, como propietarios de derechos de edificación en el polígono de Xuxán, tienen que contribuir al pago de la urbanización de todo el desarrollo.

La reversión de la reparcelación o reparcelación inversa, que es la solución que propone el Concello, implica que los terrenos del margen derecho de la avenida que estaban comprometidos en el desarrollo de Xuxán pasen a ser parcelas urbanas.

Eso propiciará que sus propietarios vuelvan a ser los que eran y los que todavía residen en ellas, porque las parcelas pasaron a ser de titularidad municipal años atrás, para ejecutar el parque ofimático.

A cambio de recuperar la propiedad de sus viviendas y de sus parcelas y de que estas sean calificadas como urbanas, los vecinos de Elviña mantendrían su condición de promotores de la obra. El razonamiento de los técnicos municipales es que, con este cambio, sus propiedades tendrían más valor y también más edificabilidad en la parte derecha de Alfonso Molina, en vez de tenerla en el lado izquierdo, por lo que, según considera el Gobierno local, los afectados podrían vender una parte de su patrimonio para poder hacer frente a las cuotas de urbanización —una vez recalculadas—. Lo que piden los vecinos es que se les desvincule del desarrollo de Xuxán, aunque esa posibilidad no está encima de la mesa para el Gobierno local, ya que supondría parar las obras de urbanización de las viviendas del barrio.

Pero ¿qué pasa con la edificabilidad que los residentes tienen como resultado de que sus fincas y viviendas fuesen incluidas en el entonces llamado parque ofimático? Esta propuesta del Concello contempla que esa edificabilidad pase a ser patrimonio municipal o bien a formar parte del sistema de dotaciones públicas, ya que los propietarios recuperarían sus derechos de edificación en sus parcelas, del otro lado de Lavedra, en el margen derecho y no en el izquierdo.

Si, finalmente, la reversión de la reparcelación fuese aceptada por los afectados, la propuesta tendría que ir a Pleno y recibir también el visto bueno de la Corporación.

Los vecinos, sin embargo, ya comunicaron al Concello que no aceptarán esta solución, que el Gobierno local considera que es la única posible ahora mismo, con la legislación vigente. Y es que, la propuesta de los vecinos del margen derecho de Alfonso Molina, pasa por que se les desvincule totalmente del polígono de viviendas y que puedan volver a ser los propietarios de sus viviendas y de sus parcelas, ya que no se utilizarán para seguir construyendo, como se preveía en el proyecto inicial del parque ofimático. De este modo estarían liberados del pago de las cuotas de urbanización.

Los técnicos municipales no consideran esta posibilidad, ya que eso supondría paralizar las obras de urbanización de Xuxán. Ambas posiciones —las del Gobierno local y la de los vecinos— se expusieron y se estudiaron en la Mesa de Traballo do Ofimático, durante el segundo trimestre del año pasado, en la que tenían cabida también los miembros de la oposición. A la pregunta del BNG de cuándo se volverá a convocar una nueva reunión de la mesa, el Gobierno local no contesta. Se remite a la negativa a su propuesta que los vecinos le hicieron llegar el pasado 18 de febrero.