A la madre de Victor Moscoso le contrariaban sus carteles. ¿Lo había matriculado en Yale para que pintase con fuertes colores figuras extrañas y mensajes ilegibles con caracteres retorcidos, para que anunciase conciertos de rock y dibujase ilustraciones y viñetas?, se preguntaba cuando las obras de su hijo eran tan populares, tan reconocibles a finales de los años sesenta. Ella esperaba que pintase paisajes, algo realista, no laberínticos posters que entonces, y muchos años después, ilustrarían para inmortalizar una forma de vida y de pensar y un lugar: el hippismo y San Francisco. Contaban esto ayer Eva González y Ángel García Seoane, el alcalde de Oleiros, ambos familiares de Moscoso, tras la presentación de la muestra que desde mañana hasta el 10 de octubre llenará de color las paredes de la Fundación Luis Seoane.

“La exposición habla por mí”, sentenciaba el artista, nacido hace casi 85 años en Vilaboa (Oleiros), en la pantalla de un ordenador que le permitió contactar vía streaming con los asistentes a la presentación de la muestra desde su casa en Woodacre, al norte de San Francisco, con varios de sus carteles a su espalda. En inglés, con un poco de castellano y un par de frases en gallego para rescatar lejanos recuerdos de cuando era niño antes de haber emigrado, Moscoso confesó sentirse “muy contento y agradecido” por la exposición de A Coruña y reflexionó sobre las razones del impacto que sus creaciones causaron hace medio siglo y que todavía siguen fascinando.

“Empecé pintando con técnica tradicional tras estudiar los principios del diseño con Josef Albers. Pero mis primeros trabajos no funcionaban. Estaba en San Francisco y cambié a lo contrario, a romper las normas del diseño con algo más chocante. Y aquello funcionó, atrajo a gente que compró mis posters y otros artistas que reprodujeron aquel estilo”, repasaba Moscoso.

“Tengo 85 años y hay pandemia. A ver si vivo lo bastante para volver a Galicia, porque me gustaría”, admitía a quienes le escuchaban, entre ellos la alcaldesa, Inés Rey; la directora de la Fundación Luis Seoane, Silvia Longueira; y el comisario de la exposición, David Carballal. En ese momento le vinieron a la memoria dos escenas de su niñez, con dos o tres años, su madre lavando ropa en un arroyo y su abuelo en el campo: “Estaba en la leira con él, me acuerdo bien, y hacía muy mal tiempo, y me dijo ‘vaite para casa que vai chover’”. Años más tarde, en 1965, regresó a Oleiros, y alguna vez más décadas después, incluso para dar una charla en la Universidad, recordaba García Seoane.

Moscoso Cosmos, O universo visual de Victor Moscoso es la mayor retrospectiva hecha en Europa sobra la obra del artista coruñés. “Me atrevería a decir que del mundo”, cree Carballal. Quien visite la Fundación Seoane los próximos seis meses podrá ver casi toda su colección de carteles de rock psicodélico (unos sesenta), ilustraciones, sus números en la revisa Zap Comix, cubiertas de discos y fotos biográficas. El Concello ha adquirido el contenido completo de la exposición, que será itinerante y desde octubre estará en el Musac de León y en el Centro Niemeyer de Avilés. Acción Cultural Española y Gadis colaboran en la muestra coruñesa.