En el Convention Bureau, un ente público-privado creado para coordinar la captación de congresos y reforzar la imagen de A Coruña como destino de referencia en el turismo de negocios —que hoy se presenta—, el Concello asienta las esperanzas de recuperación del sector durante y después de la pandemia. La gerente del Consorcio de Turismo, Lanzada Calatayud, prevé un verano aún convaleciente mientras la ciudad se prepara para la “brutal” competencia por explotar los atractivos turísticos. Entre sus retos principales, mejorar la gobernanza y los recursos digitales.

Destino seguro. Es el concepto al que apunta la estrategia turística del Ayuntamiento. ¿Cómo de segura debe ser la ciudad si todas quieren serlo durante y después de la pandemia?

La seguridad es como la sostenibilidad: ya tenemos que ser seguros y sostenibles. A Coruña se ha comportado muy bien durante la pandemia, tanto los hoteles como los comercios y los hosteleros. El único sobresalto lo causó un factor externo que dañó nuestra reputación [evita mencionar el caso Fuenlabrada]. Lo que tenemos que vender es que las ciudades no tienen por qué no ser seguras. Se vende mucho que el turismo rural o de apartamento es seguro, pero el turismo urbano es muy seguro también.

El verano de 2020 se perdió turísticamente. ¿El de 2021 cómo va a ser?

Desgraciadamente, el verano de 2021 se va a parecer más al de 2020 que al de 2019, pero va a ser mejor. Tenemos la esperanza puesta en el avance de las vacunas y la bajada de la incidencia de la pandemia. Confiamos más en el último trimestre de este año y nos estamos preparando competitivamente para lanzarnos como un destino de calidad de cara a 2022. Ese año la competencia va a ser brutal; ya va a ser alta este año respecto al turismo nacional y de proximidad, porque el internacional será flojito.

Prevén licitar un nuevo plan de turismo para el periodo 2021-2025. ¿Qué ha de cambiar?

Creo que debe ser un plan complementario al último porque ya era completo y se cumplieron un porcentaje importante de sus retos y acciones. Pero hay otros en los que se debe basar más el nuevo plan, como la gobernanza, la transformación digital y la sostenibilidad. El diálogo y la colaboración público-privada es lo que más tenemos que trabajar. El sector privado tiene verdaderos profesionales que día a día trabajan en el campo turístico y la administración tiene que estar ahí apoyándolos, sobre todo en este año. El plan debe tener una parte de recuperación pospandemia que no se contemplaba en el anterior, lógicamente.

¿En qué se tiene que ver reflejado ese cambio digital?

Por un lado, todo lo que se conoce como señalética inteligente. En una ciudad como A Coruña, que no es muy fácil para orientarse, trabajamos en un plan de movilidad turística inteligente vinculada a la transformación digital que pasa por la renovación de la página web y el uso de códigos QR para que desde los teléfonos móviles se puedan hacer rutas descargables… y eso que yo sigo defendiendo a los guías turísticos como la mejor manera de conocer una ciudad. Ha de mejorar la comunicación, y que las oficinas de turismo tengan complementos a través de su web y sus plataformas. Haremos un trabajo con sistemas de inteligencia turística que nos permitan saber más sobre el perfil de nuestros turistas y sobre las nuevas tendencias de los viajeros.

¿En ese vínculo entre lo público y lo privado qué peso tendrá el anunciado Convention Bureau?

Es una creación importantísima. Incidimos en el turismo responsable, en la búsqueda de un visitante de calidad. A veces nos obsesionamos con los números y a mí no me importa tanto cuántos turistas vienen como cuánto tiempo se quedan y qué gasto tienen y qué tipo de actividades hacen. ¿Los visitantes con el turismo de congresos, eventos y reuniones buscan la autenticidad del destino? ¿Quieren conocer nuestro territorio? Este turismo responsable se encuentra a través del segmento MICE [acrónimo en inglés de Meetings, Incentives, Conventions, Exhibitions/Events (encuentros, incentivos, convenciones y exposiciones/eventos)]. Es un turismo que además demanda producto cultural y local, que es algo que A Coruña puede ofrecer por las magníficas infraestructuras que tiene para la celebración de eventos culturales. Es un gran atractivo de dinamización económica porque está calculado que el gasto de este sector casi triplica el gasto de un visitante medio. Es un turista muy transversal que consume infraestructuras, hoteles, restaurantes, playas y demás recursos.

¿Cómo va a ser su gestión?

Será una fundación de interés gallego, pero creo que lo más importante es que nace desde el sector profesional. Estamos acostumbrados a ver creaciones de entes que nacen desde la administración pública, y a veces no son lo independientes y objetivos que deberían ser. Convention Bureau nace desde el sector vinculado al MICE, con el concurso de los hoteles, las agencias de viajes y demás actores, y el Concello se une a ese impulso para trabajar en una estrategia conjunta de comunicación. Son los profesionales, que los tenemos muy buenos, los que deben llevar la voz.

Hace cuatro años el Concello vendía el mar, la gastronomía, la cultura y el deporte de la ciudad. ¿Qué más hay que explotar ahora?

Esas condiciones deben permanecer. Antes eran un deseo y ahora han de ser una realidad. Estamos viendo un cambio de actitud con la apertura del puerto a la ciudad, que es fundamental, algo que el visitante va a apreciar mucho. También en colaboración con la lonja estamos tramitando acuerdos para ponerla en valor como recurso turístico que se pueda visitar. En mayo y junio preparamos rutas náuticas en barco a las que queremos invitar en primer lugar a los coruñeses. La ciudad tiene que cuidar su tejido sociocultural, su autenticidad. Se recuperará la figura de Picasso con una ruta con paneles y códigos QR y se asistirá a una feria de turismo cultural en Málaga para establecer sinergias con la casa museo y trabajar en el relato del paso de Picasso por la ciudad.

Alvedro causa dudas. ¿Se recuperará la ruta de Londres?

Quiero ser muy cauta. Las compañías aéreas también lo son. Antes de la pandemia hicimos un estudio aeroportuario para conocer a qué rutas y destinos deberíamos optar, pero el coronavirus lo trastocó. No quiere decir que los destinos internacionales no sean los mismos, aunque lo primero que deberíamos recuperar es Londres, que tiene un porcentaje muy importante de visitante business. Es un tráfico dañado que va a tardar más en recuperarse. Queremos ampliar los destinos internacionales y reforzar los nacionales.