Los bomberos de A Coruña tuvieron ayer una atareada tarde a consecuencia de una fuerte precipitación que cayó sobre la ciudad pasadas las 15.00 horas y provocó importantes acumulaciones de agua que coincidieron con la pleamar, lo que causó la descolocación de tapas de alcantarillado. La Policía Local colaboró de forma activa en varias de las intervenciones.

Las labores de achique fueron las principales, acompañadas de la retirada de elementos de fachada o de cubierta debido al viento. En algo más de una hora los efectivos del servicio de bomberos intervinieron en las calles Santander, Capitán Juan Varela, Entrepeñas, Luciano Caño, A Palloza y avenida de Monelos para achicar agua en puntos donde rebasó la calzada y dificultó la circulación de vehículos y cubrió gran parte de la acera.

En las siguientes dos horas los bomberos tuvieron que desplazarse también a Ramón Cabanillas, San Roque, Fernández Latorre, el cruce de la ronda de Outeiro con la avenida de Arteixo, Pedro Barrié de la Maza, Paseo de Ronda, los astilleros de la playa de Oza, Fani Garrido, Camino de la Iglesia, Ginebra, San Vicente y Manuel Murguía. La fuerte lluvia generó también zonas con piedras, barro y grandes balsas de agua en Carretera de los Fuertes, Gambrinus y el barrio de Palavea.

En la calle Santander se desplazaron dos vehículos de bomberos y cuatro agentes para revisar el tejado de un edificio, ya que el agua se filtró hasta el interior de un falso techo que se desprendió unos cuatro meses y afectó a una habitación de una vivienda. La intensa tromba de agua, que duró aproximadamente 20 minutos, coincidió con la pleamar, lo que motivó además el levantamiento de varias tapas del alcantarillado, sobre todo en zonas de baja altura respecto al nivel del mar.

La portavoz del grupo del PP en la Corporación municipal, Rosa Gallego, cuestionó, tras la precipitación meteorológica de ayer, el estado de la red municipal. “El mantenimiento del alcantarillado deja mucho que desear”, escribió en su cuenta de Twitter.