Casi 300 activos inmobiliarios en A Coruña pertenecen al banco malo, la sociedad estatal que se encarga de vender y gestionar los préstamos e inmuebles de las entidades financieras que fueron rescatadas en plena crisis inmobiliaria en la década pasada. El 23%, 66, son viviendas y el resto son locales comerciales, oficinas, solares con servicios, suelo en desarrollo y anejos (garajes y trasteros), los más numerosos, que, según datos oficiales al cierre del ejercicio 2020, representan algo menos de la mitad de la cartera de la Sareb en A Coruña. Los activos más vendidos son los residenciales. El año pasado el banco malo vendió 30 viviendas, casi tantas como desde 2013, 28.

Urbanización con un piso de la Sareb en la calle Montserrat. | // C. PARDELLAS

En A Coruña, de acuerdo con los datos proporcionados por su departamento de comunicación, la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) cerró 2020 con una cartera inmobiliaria de 66 viviendas, 121 anejos, 19 solares para promocionar, 55 solares en desarrollo, 20 locales y cuatro oficinas, todo ello valorado en 36 millones de euros. Como resultado de las operaciones comerciales realizadas durante el año pasado, ingresó 4,7 millones por la venta de 41 activos: 30 pisos, ocho trasteros o garajes, dos solares y un establecimiento comercial. No había recaudado una cantidad tan alta en los siete años anteriores.

La Sareb vende en un año más pisos que en los siete anteriores y eleva sus ingresos a 4,7 millones

La cartera de inmuebles del banco malo es variable, apunta la misma fuente, y su evolución de un año para otro no tiene por qué ajustarse a las oscilaciones del mercado inmobiliario. La comercialización de sus activos es cambiante, aunque la mayor parte de las ventas registradas en cada ejercicio corresponden a particulares. Hay viviendas o locales que no se ofertan por mucho tiempo, en cambio hay otros productos que llevan casi diez años sin encontrar comprador.

Desde su constitución en 2012, la Sareb ha reducido en casi 19.000 millones de euros el total de sus activos en todo el país, un 37,3% de los 50.781 millones iniciales en que estaban valorados los casi 200.000 activos procedentes de bancos y cajas de ahorro. Presume de tener una cartera cada vez más líquida, con menos préstamos al promotor y más inmuebles: en ocho años los primeros han pasado del 78% al 53% y los segundos, del 22% al 47%, según recoge en su página web.

El mapa de la Sareb en A Coruña en el mismo sitio de internet presenta 26 activos inmobiliarios que en la actualidad gestionan tres de las cuatro empresas comercializadoras especializadas con las que trabaja, Servihabitat, Solvia y Haya Real Estate (la otra es Altamira). Que no aparezcan los 66 con los que se cerró 2020 puede deberse a que en estos cuatro meses de 2021 se han vendido algunos o que no todos están a la venta porque aún no han finalizado trámites burocráticos o los inmuebles están pendientes de alguna rehabilitación, explican fuentes del banco malo.

El buscador de inmuebles en la ciudad localiza 22 de Servihabitat, dos de Haya y otros dos de Solvia, con la zona de Palavea y las calles Ronda de Monte Alto y avenida do Ferrocarril con tres activos cada una. Hay dos en Ramón del Cueto y el resto se encuentran en Paseo de Ronda, Castiñeiras de Abajo, avenida de Oza, Maravillas, Luis Peña Novo, Montserrat, Travesía de San José, Oidor Gregorio Tovar, Francisco Catoira, Álvaro Cebreiro, plaza Padre Busto, ronda de Nelle, Galera, Adelaida Muro y avenida de Monelos. Las fuentes consultadas añaden la avenida de Peruleiro y la calle Fraternidad, en Vioño, como puntos donde la Sareb también tiene activos.

“La Sareb tiene el encargo público de desinvertir la cartera de activos que recibió de las entidades rescatadas. No se trata de venderlos cuanto antes: analizamos activo a activo para ver su viabilidad comercial y saber cómo podemos obtener el mayor rendimiento”, explica el banco malo en su web. Un caso en A Coruña que ha adquirido notoriedad es el de 55 pisos de Palavea, tres de ellos ocupados ilegalmente, construidos por una inmobiliaria que quebró y generó una deuda con la Sareb y otros acreedores. El Concello inició contactos con el banco malo con el fin de destinar esas viviendas a alquiler social, pero eso lo impide una subasta convocada por un juzgado, que fija la puja en 9,2 millones, para saldar la deuda de la empresa. El 60% de la cantidad que se obtenga será para la Sareb y el resto para otros afectados por la quiebra de la promotora. Los vecinos de Palavea exigieron al banco malo que tapiase los accesos a los edificios para evitar nuevas ocupaciones, pero la sociedad gestora se escudó en que no dispone de la plena propiedad de los inmuebles.