Si el proyecto de Inditex de instalarse en punta Langosteira con el primer parque eólico español de autoconsumo industrial colectivo se convierte en realidad, el Puerto vería cumplida con flagrante demora una de las previsiones que recogía hace 24 años el estudio de viabilidad económico-financiera que la entidad portuaria realizó sobre las fuentes de financiación de la dársena exterior. En aquel documento se apuntaba a la puesta en marcha de instalaciones generadoras de energía eólica como una de las fuentes que permitiría a la Autoridad Portuaria disponer de fondos con los que contribuir a pagar la construcción del puerto exterior.

Aquella previsión no se cumplió, y no fue la única que contenía el informe. Pero casi un cuarto de siglo después se abre la puerta, con el anuncio de Inditex comunicado la semana pasada, a un proyecto energético similar beneficioso para el Puerto. Una iniciativa que, como señaló el ente portuario, supondría además “un gran espaldarazo” a su estrategia de sostenibilidad y autosuficiencia energética a través del proyecto A Coruña Green Port.

Las lejanas previsiones portuarias figuraban en el plan de ingresos efectuado por la entidad en 2004. Trece años más tarde, el Tribunal de Cuentas analizó la ejecución del puerto exterior entre los ejercicios 2012 y 2014 y una de sus conclusiones fue que no se habían cumplido las estimaciones financieras del estudio de viabilidad de 1997 ante su falta de recursos. La venta de los muelles urbanos que quedasen liberados por el traslado de la actividad a Langosteira —cuestión que en la actualidad aún evalúan todas las administraciones implicadas— no había reportado 238 millones de euros al Puerto para costear las obras de la dársena exterior; el tráfico portuario no se tradujo en 90 millones durante los trabajos (además de otros 80 hasta 2026, según la previsión); y la generación de energía eólica tampoco supuso una inyección de hasta cuatro millones de euros que calculaba el documento de hace 24 años porque desde entonces nadie ha planificado una instalación de aerogeneradores en la zona.

Inditex tiene la oportunidad, aunque de momento se desconocen las previsiones de rendimiento económico que puede proporcionar su proyecto. En su anuncio, la multinacional textil avanza que ha presentado la solicitud de concesión administrativa en el puerto exterior para generar con tres molinos eólicos energía sostenible para el autoconsumo colectivo de las instalaciones de Langosteira y de sus propias fábricas, oficinas y centros de distribución en la sede de la compañía en el polígono de Sabón en Arteixo. El Puerto estudiará y tramitará la petición de la compañía en los próximos seis meses, tras los cuales resolverá si admite o no la propuesta.

Inditex informó de que al instalarse en punta Langosteira asumiría la inversión total de las instalaciones eólicas, estimada en unos 30 millones de euros, además de su gestión operativa y mantenimiento posteriores, que desempeñaría una empresa especializada. De materializarse este proyecto, la Autoridad Portuaria vería reforzada sus iniciativas empresariales relacionadas con las energías renovables, en concreto en el puerto exterior, como expuso el pasado mes de marzo al presentar el proyecto A Coruña Green Port. Para desarrollar su plan, el Puerto envió su memoria a los ministerios de Transición Ecológica y Transportes con el fin de obtener financiación de los fondos europeos de reconstrucción Next Generation. Las empresas interesadas, entre las que están las ya instaladas en Langosteira, manifestaron la voluntad común de crear “un polo industrial energético y marino” al que apoya también la Xunta.

Emalcsa planteó una red de parques en 2005

El Ayuntamiento, a través de la Empresa Municipal de Aguas de La Coruña (Emalcsa), pensó también en clave eólica hace más de 15 años, aunque no en el puerto exterior como campo de actuación. A comienzos de 2005, la entidad dependiente del Concello se apoyó en el estudio que había encargado a una consultora más de un año antes para promover en la ciudad una red de parques eólicos de pequeña potencia (entre dos y cuatro molinos de menos de cuatro megavatios) para diversificar su área de negocio y para impulsar un uso ecológico de la energía. Los emplazamientos propuestos en el informe eran Nostián, Vío y las cercanías de la refinería. El consejo de administración de Emalcsa abordó el plan, pero no se llegó a materializar.

Pruebas con las olas y planes de hidrógeno verde

Punta Langosteira ha sido escenario de apuesta por energías renovables y podría ser campo de intervención para fomentar la transición energética. En 2018 se instaló en el puerto exterior una boya generadora de energía diseñada por investigadores y empresas gallegas con el objeto de obtener energías limpias de recursos naturales, como el movimiento de las olas; estuvo a prueba casi un año. En el presente, Acciona y Enagás trabajan en el proyecto de construcción de una planta de electrólisis para separar el hidrógeno del oxígeno por medio de la electricidad para generar energía sin emitir dióxido de carbono y obtener así hidrógeno verde. Es un proyecto en fase inicial para el que se buscaría financiación con fondos europeos de reconstrucción.