El director de sostenibilidad de la Sareb, la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), Gaspar González-Palenzuela, y el concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, informaron ayer de que negocian la posibilidad de incorporar al parque municipal viviendas procedentes del banco malo para que el Concello pueda ponerlas a disposición no solo de familias sin recursos sino también de otros sectores de la sociedad que tienen problemas para acceder a un hogar, como los menores de 35 años o los mayores de 65. Así lo explicaron ambos ayer en el programa A Coruña opina, de Radio Coruña, al hilo del convenio cerrado entre la Sareb y el Concello de Miño para que la entidad municipal pueda ser usufructuaria de una docena de viviendas y, de este modo, evitar desahucios y facilitar una alternativa habitacional a sus vecinos.

En A Coruña, de acuerdo con los datos proporcionados por la entidad, la Sareb cerró 2020 con una cartera inmobiliaria de 66 viviendas, 121 anejos, 19 solares para promocionar, 55 solares en desarrollo, 20 locales y cuatro oficinas, todo ello valorado en 36 millones de euros. Como resultado de las operaciones comerciales realizadas durante el año pasado, ingresó 4,7 millones por la venta de 41 activos: 30 pisos, 8 trasteros o garajes, dos solares y un comercio. No había recaudado una cantidad tan alta en los siete años anteriores.

“Estamos en conversaciones para explorar fórmulas similares [al convenio firmado con el Concello de Miño], aunque hay que tener en cuenta la estructura de vivienda que pueda tener Sareb en la ciudad porque a veces es solo titular de créditos hipotecarios que se tienen que ir ejecutando. Es cierto que estamos trabajando en fórmulas parecidas a las que se están utilizando en Miño o en otras ciudades para movilizar estas viviendas de Sareb no solo para necesidades sociales sino también hacia la emancipación de menores de 35 años. Estamos en contacto y viendo si tenemos alguna facilidad para acceder a estas viviendas”, explicó ayer el concejal.

Sobre la mesa está, inevitablemente, el edificio de Palavea que, a pesar de contar con licencia de primera ocupación, no puede ser habitado. En este caso, el concejal de Urbanismo aseguró que habrá que esperar hasta el mes de mayo, cuando se produzca la subasta del inmueble ya que, actualmente, el banco malo “es solo titular de créditos hipotecarios que se están ejecutando” y no es el dueño de las viviendas. En caso de que lo sea tras la subasta, al hacerse como adjudicataria de los pisos, el escenario podrá cambiar y el Gobierno local podrá negociar con la Sareb en otros términos.

“Es una cuestión que estamos analizando desde hace semanas. Si Sareb sale adjudicataria de las viviendas analizaremos con ellos la posibilidad de convenios de colaboración para incorporar estas viviendas al parque municipal. Es un edificio con licencia de primera ocupación, perfectamente rematado pero que está sometido a este proceso judicial y esperamos que, en mayo, podamos hablar con Sareb”, dijo ayer Villoslada, sobre esta promoción en concreto, que cuenta con 55 viviendas y que sale a subasta por 9,2 millones de euros. De lo recaudado, el 60% irá para el banco malo, mientras que el resto se destinará a los otros afectados por la quiebra de la promotora.

En principio, si el banco malo se hace con la titularidad de estas viviendas, el modelo con el que trabajará el Concello será el de Miño, el de recibir en usufructo los pisos para poder ponerlos en alquiler, aunque Villoslada puntualizó que ha de ser también la Concejalía de Benestar Social la que la que haga una propuesta de beneficiarios.

González-Palenzuela se mostró ayer abierto a poner en marcha instrumentos que sirvan para que sus activos en la ciudad se movilicen. “Estamos convencidos de que gran parte de la solución del problema de la vivienda pasa por crear parques públicos de vivienda y por desarrollar programas de carácter social “, relató ayer el director de sostenibilidad de la Sareb. El convenio de Miño recoge que, por cada piso que esté vacío en el momento de la cesión, Miño abonará 125 euros mensuales a la Sareb, mientras que si está ocupada, la cantidad se reducirá a 75 euros mensuales.

En busca de solución para los esqueletos

El gerente de la asociación de promotores de A Coruña (Aproinco), Juan José Yáñez, lamentó ayer que los constructores carezcan de herramientas para poder hacerse con los esqueletos que hay en la ciudad para poder acabarlos y convertirlos en viviendas funcionales.  “Nos encontramos con que las estructuras ya no coinciden con el plan general y la solución es casi de derribo. Nosotros desearíamos comprar esas estructuras y revitalizarlas”, relató Yáñez, que aseguró que han solicitado en varias ocasiones que se cambie una cláusula de la Lei do Solo para que se puedan continuar las obras ya iniciadas a pesar de que no cumplan con la nueva ordenación municipal.

Más ayudas para acceder a la vivienda

El arquitecto y miembro del colectivo Ergosfera, Iago Carro defendió ayer que “construir más no significa que sea más fácil acceder a la vivienda”, ya que, según apuntó, tras la crisis de 2008, se construyeron pisos, pero su precio se duplicó. El concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, defendió que se necesita más vivienda protegida y también más ayudas para la rehabilitación. Marea Atlántica reclamó la semana pasada que se cumplan los acuerdos del Pleno y de inicio de legislatura con la puesta en marcha de una bolsa de alquiler social y más ayudas a la rehabilitación.

Marea Atlántica reclamó la semana pasada que se cumplan los acuerdos del Pleno y de inicio de legislatura con la puesta en marcha de una bolsa de alquiler social y más ayudas a la rehabilitación.