Es cierto que la pandemia ha desubicado a muchos. En ocasiones, de hecho, parece que el tiempo pasa volando. Hace ya cuatro meses, casi cinco, que arrancó el año, pero parece que fue ayer cuando las familias organizaban sus fiestas navideñas teniendo en cuenta las limitaciones impuestas por el coronavirus. Hay a quien se le resiste olvidar esa época de cenas, regalos y reencuentros. Aunque esta vez escasearon los abrazos, no faltaron las luces. Un edificio de Pablo Picasso lució un alumbrado con un trineo de Papá Noel que a día de hoy todavía se puede ver en su fachada. Eso sí, apagada. ¿Cuestión de olvido o de nostalgia?