El Ayuntamiento mantuvo en 2020 prácticamente el mismo número de facturas que merecieron reparos suspensivos del interventor municipal con respecto al año anterior, según la liquidación del presupuesto del Concello y del Instituto Municipal Coruña Espectáculos (IMCE). Fueron un total de 1.573 recibos irregulares, en su mayoría correspondientes a servicios prestados pese a tener caducado el contrato, cuatro más que en 2019. El importe total de esas facturas sumó en el pasado ejercicio 34,15 millones de euros, cantidad que supone una reducción del 15% en comparación con el año precedente, que se había elevado a 40,1 millones. La liquidación del presupuesto y el informe del interventor sobre los reparos serán llevados este jueves al pleno de la Corporación, para su toma de conocimiento.

Más de la mitad del importe de las facturas irregulares, el 62,7%, está relacionado con tres contratos que en el último año, o incluso antes, llegaron a su finalización y todavía no estaban siendo gestionados por el nuevo adjudicatario: la recogida de residuos urbanos, la limpieza viaria y la gestión de las bibliotecas municipales. Entre los tres, los recibos reflejan pagos por valor de 21,43 millones de euros durante el pasado ejercicio.

El contrato de la basura ha sido adjudicado este año por 11,5 millones anuales durante ocho años a Cespa, anterior concesionaria, que ya trabaja en la puesta en marcha del servicio. Pero el mes pasado dos de los participantes, la alianza entre Copasa, Geseco y Setec Building y Valoriza Servicios Medioambientales, presentaron recursos judiciales contra la adjudicación. El nuevo contrato de la limpieza viaria sí comenzó a ejecutarse en octubre de 2020; está a cargo de FCC e Ingeser, que recibirán 14,4 millones cada año hasta 2028. El servicio de bibliotecas se gestiona en precario desde enero de 2019 y el Concello lo sacó a concurso a comienzos de este año con una duración de dos años ampliables a un tercero y con un importe anual de 2,6 millones.

Intervención ha constatado en los últimos años un incremento de facturas irregulares objeto de reparo, que es levantado por la Alcaldía, con informe de los servicios municipales, para evitar las consecuencias que tendría el impago de las respectivas facturas, entre otros motivos porque numerosos proveedores del Ayuntamiento se verían perjudicados por el mal funcionamiento de la administración.

De los 13,8 millones en recibos irregulares de 2016 se pasó a 25 millones, casi el doble, en 2018. El pico se alcanzó en el ejercicio siguiente, 40,1 millones de euros, cifra que se rebajó hasta los 34,15 en 2020, Los reparos en el Concello han aumentado de 1.477 en 2019 a 1.507 en 2020. El IMCE, en cambio, ha disminuido el volumen de expedientes y de los 92 que tramitó en 2019 pasó a 66 el año pasado. En esta evolución, ha pesado la larga tramitación de los concursos de limpieza y recogida de residuos, sumidos en recursos de licitadoras, una vez que, ya en el anterior mandato, habían finalizado, por lo que se debieron prestar sin contrato y motivaron los reparos de Intervención. En conjunto, suponen 1,7 millones de euros mensuales al Concello.

En su informe sobre los reparos de Intervención, el coordinador general municipal, Santiago Roura, señala que existe “un amplio margen de mejora respecto a la situación de partida en 2019” en la regularización de la contratación, aunque apunta que desde el pasado ejercicio se produjo “una apreciable mejora” en la planificación. Añade que “el avance” en algunos procesos, como la limpieza y la recogida de basura, permite “mostrar un panorama optimista” en materia de contratación para el año 2021. “En materia de contratación —argumenta Roura— el Concello inició un camino de mejora continua a un paso firme, que ya ofrece resultados y en el que se abundará en el futuro”.