El planteamiento de la Xunta para hacerse con el control de los muelles de la Batería y Calvo Sotelo mediante el pago de trece millones de euros por el 51% del valor de estos terrenos y que el Concello y la Diputación aporten el resto para participar en la transformación de la fachada marítima de A Coruña encuentra una respuesta negativa en la entidad provincial. Su presidente, Valentín González Formoso, no es partidario de que el organismo deba destinar recursos económicos a un desarrollo urbanístico que, en su opinión, compete a la ciudad y a administraciones de mayor ámbito, según ha admitido en una entrevista en Onda Cero.

“La Diputación está diseñada para atender a concellos de menos de 50.000 habitantes y tiene unas competencias claras y limitadas. No tenemos que implicarnos en materias tan de ciudad como puede ser el desarrollo urbanístico de un espacio. Nosotros estamos para otras cuestiones, aunque sí podemos aportar nuestro grano de arena en temas que afectan a la provincia como el puerto exterior o la ampliación del hospital. No le vemos demasiado sentido a nuestra implicación en una reordenación portuaria en el centro de la ciudad”, apunta Formoso, que repite expresión, “no le vemos sentido”, para descartar la participación económica de la Diputación en el diseño del borde litoral de la ciudad cuando los muelles pierdan su actividad portuaria.

Con este punto de vista, el ente provincial se desmarca de la propuesta defendida por el Gobierno gallego para el futuro de los terrenos urbanos que quedaría recogida en un protocolo y en unos convenios que sustituirían a los de 2004 por la construcción del puerto exterior, según expuso su presidente, Alberto Núñez Feijóo, el mes pasado al ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y a la alcaldesa, Inés Rey. El Ayuntamiento no ha concretado su postura respecto a la misma propuesta.

Se trata del mismo planteamiento que Feijóo había expuesto en 2018 ante el entonces ministro de Fomento, Íñigo de la Serna: que la Xunta abonase 20 millones de euros por el 51% del valor de la Batería y Calvo Sotelo. La Xunta añadía hace tres años su compromiso de adquirir en el futuro suelo en el muelle de San Diego si era necesario para el sostenimiento económico de la Autoridad Portuaria, así como a permitir la venta del hotel Finisterre, aunque excluía de la operación a La Solana. Poco después el PP perdió el Gobierno central y la idea de comprar los dos muelles cayó en el olvido, aunque los populares en la Corporación municipal siempre aludieron a esta fórmula como solución para reducir la deuda del Puerto por las obras en punta Langosteira.

El borrador del protocolo presentado por la Xunta al resto de administraciones prevé que los trabajos de urbanización en la Batería y Calvo Sotelo sean financiados por el Ministerio de Transportes, el Concello, la Diputación, la Autoridad Portuaria y la propia administración autonómica, que correría con el 51% de su coste, pero la propuesta de convenio en la que se desarrolla ese documento y se concretan las aportaciones de cada parte deja fuera al organismo estatal, que quedaría eximido de contribuir económicamente.

La Diputación fue invitada por la alcaldesa a la reunión entre administraciones del pasado 23 de febrero en A Coruña para abordar la reordenación de los terrenos portuarios y del futuro de cuestiones como la deuda por la construcción del puerto exterior y de la conexión ferroviaria a Langosteira. González Formoso calificó la cita como “histórica”, al igual que Inés Rey, y destacó que el plazo de seis meses establecido entonces para definir actuaciones era adecuado para analizar la viabilidad económica del Puerto. Ni en ese momento ni semanas después, cuando la Xunta invitó al Concello y a la Diputación Provincial a participar en la financiación de la transformación de los muelles tras avanzar su intención de hacerse con el control de la Batería y Calvo Sotelo, el presidente provincial se manifestó respecto a una posible contribución económica en el desarrollo urbanístico.

“Si hubiera que desbloquear alguna situación o asistir técnicamente, que no creemos que sea necesario, ayudaremos. La responsabilidad en el desarrollo del espacio portuario es del Concello y de las autoridades portuarias. Supongo que, liderados por la alcaldesa, será así. Es una oportunidad histórica para solucionar situaciones que pudieron haberse arreglado en el pasado”, comenta ahora el presidente de la Diputación.