El sindicato STL, mayoritario entre los trabajadores de la recogida de basuras de A Coruña, asegura haber llegado a un acuerdo con Cespa, la empresaria concesionaria, para actualizar su convenio colectivo con una subida del 9,5% en sus salarios y el mantenimiento de los puestos de trabajo hasta 2024, año en el que se sentarán de nuevo a hablar. Sobre esta negociación ha planeado en los últimos días la sombra de paros intermitentes (un día sí y un día no) anunciados por los trabajadores a partir del pasado 4 de mayo por el mal estado de los camiones que realizan el servicio que provocaron un grave accidente en la madrugada del 16 al 17 de abril. Finalmente no se llevarán acabo.

STL apunta que la propuesta de acuerdo, que fue refrendada por sus afiliados, recoge el incremento salarial y matiza que la seguridad laboral conseguida para los dos próximos dos años y medio impide que la empresa despedida "por ninguna causa o motivo a ningún trabajador/a, independientemente de cualquier tipo de modificación en el pliego de condiciones o en la organización del servicio por parte de la mercantil", según recoge en su comunicado. Destaca, además, que se mantiene "la ultra actividad indefinida en el tiempo del convenio colectivo y los acuerdos alcanzados hasta la negociación de otro nuevo". El convenio estaba caducado desde finales de 2019 y desde entonces se prolongaban las negociaciones que ahora han cristalizado.

La formalización de la adjudicación del nuevo contrato de la recogida de basuras en A Coruña llegó el pasado 2 de abril. Casi dos meses antes, tras resolverse varios recursos de las empresas, fue aprobado por la Junta de Gobierno local y Cespa fue la adjudicataria. Era la tercera empresa mejor valorada del concurso, pero las dos primeras, Copasa-Geseco-Setec Building y FCC, fueron excluidas.

Cespa, que ya era entonces la prestadora del servicio, había presentado una propuesta económica de 11,59 millones al año. Su nueva etapa al frente de la recogida precisa de la introducción de los contenedores que sustituirán a los que funcionaban, proporcionados por las empresas Valoriza Servicios Medioambientales y Arias Infraestructuras, que ganaron el concurso para suministrarlos.