La tercera edición de los Premios de Arquitectura y Rehabilitación de Galicia ha reconocido la carrera profesional de Manuel Gallego Jorreto, maestro y referente de generaciones de arquitectos coruñeses y gallegos. El jurado destacó que en su obra “cristalizan temas, intereses y preocupaciones, que son comunes a la Arquitectura contemporánea, entendida en su doble vertiente, la cultural-artística y la utilitario-funcional”.

¿Otro premio más a su trayectoria hace que Gallego Jorreto reflexione sobre ella y sobre la huella que ha dejado?

No creo que haya dejado mucha huella. Reflexiono sobre lo que estoy haciendo y no me llega el tiempo. Lo que hice ya ha pasado, es parte del pasado.

¿Construir obra nueva y rehabilitar lo existente en A Coruña han convivido bien? ¿Ha habido o hay equilibrio entre una cosa y otra?

Es un tema en el que se puede hablar de forma general. Se ha actuado bien en algunos casos, pero conozco pocos. Hay obras que sí se han preocupado por hacer una arquitectura seria, lo que supone también hacer una rehabilitación seria, que es aquella que es necesario hacer sin destrozar el edificio ni borrar su memoria histórica, devolviéndole la vida y la actividad. Así, las ideas que mueven un proyecto se transforman en algo que devuelve la vida a las cosas. Y eso es muy importante en una ciudad.

¿Construir o rehabilitar más? A veces el dilema ha caído en el terreno del populismo, con choques entre los promotores inmobiliarios y quienes defienden la reforma en lugar de la obra nueva. ¿Qué postura debe tomar el arquitecto?

El arquitecto debe tener un código ético y personal que le obliga a hacer lo que le han enseñado a hacer mejor. Lo que no es de recibo es que por intereses del tipo que sea uno cambie de opinión y se acomode a otros intereses.

Usted ha defendido muchas veces la idea de que los arquitectos tienen que hacer la vida mejor a las personas. ¿Lo han conseguido con los coruñeses?

Algunos seguramente sí. De una forma general, hasta ahora el arquitecto no se ha preocupado mucho por hacer una ciudad más bella, sino por que el promotor tenga un piso más o esté más compensado. Repito, en general. Hay ejemplos de todo y no quiero ser demagogo en esto. La arquitectura debe ofrecer calidad de vida a las personas y mejorar las relaciones sociales, teniendo en cuenta que la arquitectura también es arte.

¿Cómo debe ser la política de vivienda de la ciudad?

Eso sobrepasa mi competencia. Es un tema social, cultural, económico y político que depende de la situación del momento o del sistema político. La vivienda es un derecho y también es una obligación. El ciudadano tiene derecho a vivir mejor y para eso tiene derecho a una vivienda. La vivienda no puede ser una especulación descarada ni un privilegio de quienes tienen una mejor situación económica que otros. Además, hoy el arquitecto debe adaptarse a las necesidades nuevas de vivienda y ha de conocer cómo las familias utilizan sus hogares, ahora que han pasado más tiempo en ellos por la pandemia, o cómo se relacionan con el espacio público para saber ofrecer unos servicios adecuados.

El Colegio de Arquitectos de Galicia se ha quejado de que para la reforma de Los Cantones el Gobierno local encargase la obra directamente en lugar de hacer una convocatoria de ideas. ¿Apoya que haya más concursos?

Un concurso es más democrático y permite que quienes no tienen nombre o no son conocidos puedan acceder a un proyecto y una obra. Es una forma de que despegue su capacidad, que probablemente muy pocos conozcan. Un buen concurso ha de tener un jurado competente, o si no falla; y debe ser racional. Se siguen haciendo buenos concursos, pero últimamente se convocan pocos. Y para mí son imprescindibles.

¿Qué partes de la ciudad han tenido mejor evolución arquitectónica, mejor calidad de vida, en los últimos años?

No lo sé. En muchas zonas ha habido voluntad por hacer importantes mejoras. Las peatonalizaciones y dar mayor protagonismo al ciudadano está muy bien, pero de forma general se tiene que hacer mucho más.

¿Qué más y dónde?

No me gusta pontificar, no soy el que sabe más que nadie. En general, todo aquello que sea construir un espacio público bello y que facilite las relaciones sociales es una ventaja. ¿Qué gran espacio se ha hecho en la ciudad con esta intención? Desde la plaza de María Pita y Los Cantones poco más se ha hecho, y ya ha pasado mucho tiempo de eso. Tiene que haber naturaleza dentro de la ciudad. Cada vez que en A Coruña se arregla una esquina con un elemento vegetal parece que se consigue algo extraordinario, porque hay una necesidad imperiosa de fomentar la vegetación. Esto debe ser algo recurrente.

Esta frase es suya: “La arquitectura es la búsqueda del espacio del hombre en el mundo de hoy”. ¿Esto se cumple?

No. Quizá en algunos casos, y un poco. En las ciudades hay muchas otras preocupaciones.

Las administraciones debaten qué hacer en los muelles urbanos. ¿Qué cree que se debe hacer?

No sé si lo que se hará es correcto o no, pero los muelles son una gran oportunidad que no se ha tenido en el último siglo y no se debe desaprovechar. Es un espacio colectivo que debe ser público, para el ciudadano, y todo lo que se haga ahí transformaría la ciudad por completo.