El anuncio de la Xunta de que se podrían realizar actuaciones de hasta 10.000 espectadores a partir del mes de julio, con medidas sanitarias, control de aforo y con el público sentado no convence a los promotores que programan en la ciudad, por la ausencia de un marco legal que ampare esta decisión, y porque ningún recinto de la ciudad podría acoger un espectáculo de esta magnitud y ser rentable a la vez

La presidenta de la asociación Festivais de Galicia, Raquel Seijo, de la promotora Sweet Nocturna, explica que, más allá de que se puedan hacer conciertos masivos, por ejemplo, en el Monte do Gozo, en Santiago —que es casi el único escenario en el que se podría hacer un concierto de tal envergadura al aire libre en toda la Comunidad Autónoma— es necesaria una regulación que les permita poder trabajar durante todo el año, también en sitios cerrados, y con aforos menos restrictivos que los que hay actualmente.

Seijo defiende que no es momento para hacer innovaciones en cuanto a recintos, por lo que, en caso de poder programar actos masivos en la ciudad, los escenarios serían los ya conocidos: la playa de Riazor, Bens, María Pita, incluso el estadio de Riazor, aunque ninguno de ellos llegaría, con las medidas vigentes, a reunir el tope de las 10.000 personas sentadas.

En el estadio se permitió hace unos días la entrada de 5.000 personas al partido del Deportivo contra el Langreo, un aforo que se podría ampliar con sillas en el césped. Aún así, según técnicos del sector, no se podría llegar al límite ya que, como mucho, podrían meter 2.000 localidades a pie de pista. En el caso del estadio, sí que sería más fácil hacer el control de los aforos, aunque no se abre para actuaciones musicales desde el año 1993. La Xunta había anunciado en febrero de 2020 una actuación en este recinto para ese verano, dentro del Xacobeo, una iniciativa que, como tantas otras, truncó la llegada de la pandemia.

Teniendo en cuenta los escenarios de la ciudad, fuentes del sector indican que la playa de Riazor, —casi descartado por la incomodidad de estar en una silla en la playa— María Pita y el parque de Bens podrían ser los enclaves elegidos para acoger conciertos de gran formato, aunque tendrían que ser gratuitos, ya que cerrarlos sería muy costoso, tanto para la iniciativa privada como para la pública. El promotor Ramón Barros, de Cávea Producciones, indica que podría haber otros recintos posibles, como los muelles interiores, la Marina incluso O Parrote, pero resultaría imposible de asumir para los programadores privados, toda vez que se han endurecido las exigencias que se le piden al sector, como que un arquitecto técnico certifique la instalación de una estructura como obra, o la elaboración de los planes de autoprotección.

Raquel Seijo añade, además, otros problemas derivados, como que no se van a poder programar cuatro o cinco grupos seguidos porque la recomendación es que los espectáculos no sean muy largos para que el público no comparta espacio durante mucho tiempo y que se reducirán los ingresos de la venta de bebidas de las barras, así como los patrocinios de las marcas.

Las promotoras de los conciertos consideran que, lo más importante actualmente para poder seguir con su actividad, es que exista una regulación clara sobre qué se podrá y no se podrá hacer y no solo en verano, cuando se pueden programar actos al aire libre, sino también cómo será la vuelta a otro tipo de recintos, como el Coliseum o el Palacio de la Ópera, incluso al Rosalía o al Colón.

La propuesta de los promotores es que la distancia de seguridad pueda reducirse entre los asistentes y están a la espera de la resolución de la Xunta, que les adelantó que en un par de semanas les trasladará su decisión para el futuro del sector.

“A nosotros no nos interesa tanto que se haga una excepción con un evento estratégico sino tener un marco común en el que trabajar durante todo el año”, relata Seijo, en referencia a que se pueda hacer un macroconcierto, ya que es como saltarse un paso intermedio, el de los conciertos de 2.000 o 4.000 personas y a cubierto, que son los que más programan y no solo en verano.

La Autoridad Portuaria facilitará la celebración de actos en la Marina, O Parrote e incluso en Batería y Trasatlánticos

La Autoridad Portuaria asegura que, si durante el verano se pueden celebrar conciertos, la entidad no pondrá impedimentos para que se realicen en los terrenos portuarios, no solo en la Marina y O Parrote, que están ya abiertos a la ciudadanía, sino en los de Batería y en Trasatlánticos, que también se irán abriendo con el paso de los meses. En O Parrote ya se programaron conciertos y actuaciones en ediciones anteriores de las fiestas de María Pita. Los promotores privados consideran que no será fácil programar actuaciones de pago en estos nuevos terrenos ganados para la ciudadanía, ya que tendrían que hacer un perímetro en el recinto, hacer un control de aforos y también poner servicios para los asistentes, como baños portátiles, algo que encarecería la producción de cualquier espectáculo. Preguntado por este diario, el Gobierno local ha declinado hablar sobre qué escenarios podrían acoger conciertos de gran formato según las indicaciones de la Xunta, ya que considera que es apresurado tomar estas decisiones.