La Sareb, el llamado banco malo, solicitó al Juzgado de Primera Instancia número 2 de A Coruña la suspensión de la subasta de los 55 pisos que la promotora Epamar construyó en el barrio de Palavea y cuya cesión pretende conseguir el Concello para dedicarlos a fines sociales. La sociedad que administra los activos tóxicos de las entidades financieras explicó a este periódico que la paralización de la puja tiene por objetivo “revisar la estrategia judicial” sobre este inmueble, así como continuar las conversaciones con el Gobierno local para encontrar una “solución” a la situación actual.

Sobre si la cesión temporal de las viviendas sería la salida también buscada por la Sareb, la entidad manifestó que esa fórmula es una de las posibles, ya que otros ayuntamientos han optado también por la adquisición de inmuebles de su propiedad. El Gobierno local indicó por su parte que la paralización de la subasta no tiene relación con su negociación con la Sareb, ya que la posible cesión de los pisos no podría producirse hasta que la sociedad recibiese su adjudicación a través de la puja. Esa operación fue convocada por el juzgado coruñés para satisfacer la deuda de 6,2 millones generada por la hipoteca bancaria solicitada por la promotora y los gastos de las obras realizadas y en ella se fijó en 9,2 millones el valor de los pisos.

El estado de abandono del inmueble desde hace doce años y la inexistencia de medias preventivas favorecieron que tres de las viviendas estén ahora ocupadas, en un caso por una persona que generó situaciones conflictivas, lo que generó las protestas de la asociación vecinal Os nosos lares. La iniciativa desarrollada por el Concello de Miño, que solicitó a la Sareb la cesión temporal de viviendas construidas en ese municipio para dedicarlas a alquileres sociales, animó al Gobierno local coruñés a tratar de seguir esa vía con las de Palavea.

En el pleno del pasado jueves, el concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, informó que si la Sareb adquiere los pisos mediante la subasta, tratará de llegar a un acuerdo similar al obtenido por el Concello de Miño, con el que ya contactó para conocer su experiencia. Villoslada detalló que pretende que los pisos se integren en la bolsa de alquiler del Concello para destinarlos a alquiler social, así como a menores de 35 años y a personas mayores.

Los vecinos de Palavea reclaman a la Sareb que impida el accesos a las viviendas para evitar nuevas ocupaciones, una medida que la sociedad no ejecuta al asegurar que no puede hacerlo por no disponer de la propiedad completa del inmueble.

La Sareb posee en la ciudad casi 300 activos inmobiliarios, de los que 66, el 23%, son viviendas y el resto locales comerciales, oficinas, solares con servicios, suelo en desarrollo y anejos como garajes y trasteros. El año pasado vendió 30 viviendas, casi tantas como desde 2013, periodo durante el que se deshizo de 28.

Además de en Palavea, las propiedades se sitúan en ronda de Monte Alto, avenida do Ferrocarril, Ramón del Cueto paseo de Ronda, Castiñeiras de Abaixo, avenida de Oza, Maravillas, Luis Peña Novo, avenida de Montserrat, travesía de San José, Oidor Gregorio Tovar, Francisco Catoira, Álvaro Cebreiro, plaza Padre Busto, ronda de Nelle, Galera, Adelaida Muro, avenida de Monelos, Peruleiro y la calle Fraternidad, en Vioño.