La refinería de Repsol pondrá en marcha una parada técnica de siete semanas para mejorar su eficiencia energética y efectuar el mantenimiento de cuatro unidades del área de combustibles. La iniciativa supondrá una inversión de 20 millones de euros, de los que 9 millones se dedicarán a innovaciones y 11 millones al mantenimiento de las unidades. El objetivo es la reducción de las emisiones de dióxido de carbono de la refinería hasta conseguir su eliminación total en el año 2050.

Esta actuación se dio a conocer al día siguiente del inicio del Expediente de Regulación Temporal de Empleo puesto en marcha por Repsol en su planta de A Coruña, que afecta a 108 trabajadores durante un periodo de seis meses. La aplicación de esta medida cuenta con la oposición de todos los sindicatos, que expresaron su preocupación por la ausencia de noticias sobre futuras inversiones de la empresa en A Coruña ante las exigencias impuestas a las instalaciones de este tipo por la Ley de Transición Energética.

Sobre esta cuestión, Repsol recordó ayer que participará en A Coruña Green Port, una iniciativa de la Autoridad Portuaria que se desarrollará en el puerto exterior y que opta a los fondos europeos Next Generation de la Unión Europea con la que la compañía pretende aumentar la producción de biocombustibles y otros productos con bajas emisiones, actuaciones que precisan introducir modificaciones en unidades de la refinería y la utilización de nuevas tecnologías.

La parada técnica de la refinería hará necesaria la intervención de unos 500 trabajadores al día entre personal de Repsol y de empresas auxiliares, aunque en algunas jornadas se llegará a los 650. Las unidades en las que se actuará serán las de Crudo 1, en la que del crudo destilado se obtienen distintos productos, la de HDS 2, que extrae el azufre de los gasóleos comerciales, la de Aminas 3, que recupera el azufre en la desulfuradora, y la PRA 3, en la que el azufre se convierte en un producto comercial. La mejora en la planta de Crudo 1 permitirá una reducción de 7.600 toneladas de dióxido de carbono al año gracias a una inversión de más de 3,3 millones de euros que será cofinanciada por los Fondos Europeos de Desarrollo Regional. En las otras tres unidades se inspeccionarán y repararán casi 900 tuberías y se harán trabajos de mantenimiento, imposibles de acometer cuando están en funcionamiento.

Para garantizar la seguridad, todos los trabajadores que participen en la parada recibirán formación específica en este campo y se pondrá en marcha una coordinación de seguridad que estará en funcionamiento las 24 horas y que dispondrá de personal propio, técnicos y personal de prevención de empresas de servicios.

Repsol advierte que tanto en el momento de la parada de las unidades como en su reactivación puede producirse el envío controlado a las antorchas de excedentes de gases para que sean quemados, lo que haría que las llamas tuviesen un tamaño superior a lo normal. La compañía asegura que ese fenómeno es una “circunstancia normal en estas fases del proceso” y que además se realiza “de forma totalmente controlada y segura”.