El concejal de Economía, Hacienda y Régimen Interior, José Manuel Lage, ha autorizado por delegación de la junta de gobierno destinar cerca de 95.000 euros para contratar la redacción de los pliegos de la futura concesión de la planta de tratamiento de residuos de Nostián, que actualmente gestiona Albada en prórroga forzosa de un contrato que se extinguió el 1 de enero de 2020. Los responsables de estos pliegos también deberán redactar la documentación necesaria para adaptar la planta a los cambios normativos, que, entre otras innovaciones, establecen que el porcentaje de rechazos municipales, (esto es, el número de residuos que se desvían a vertederos y que no se reciclan), no puede exceder del 10% en 2035. Fuentes municipales señalan que el porcentaje de rechazos oscila actualmente en torno al 50% y la concejala de Medio Ambiente, Esther Fontán, señaló en febrero de este año que los rechazos inorgánicos se encuentran entre el 45 y el 47% del total.

La cifra del 10%, establecida por el artículo 8 del Real Decreto 646/2020 y que desarrolla una directiva europea, se irá implantando progresivamente. En 2030 se deberá reducir al 20%, y en 2025, la fecha más próxima que marca la normativa, al 40%. Aunque estos porcentajes son inferiores a lo que consigue actualmente la planta, el de 2025 es superior al que debería estar consiguiendo desde hace décadas.

Cuando Albada consiguió el contrato para gestionar Nostián se comprometió a que el número de rechazos fuese del 34,42%, pero esta cifra nunca se cumplió desde que la planta comenzó a funcionar en 1999. Así, en el año 2000, el 88,3% de la basura acabó en vertederos, y durante los siete años siguientes la proporción se mantuvo por encima del 90%.

En 2011, cuando el centro llevaba más de una década de funcionamiento, todavía se desechaban cerca de dos de cada tres toneladas de desechos que llegaban a Nostián. De acuerdo con una auditoría sobre el plan de tratamiento de residuos de la planta, que la estudió hasta 2011, entre los motivos para la elevada cantidad de rechazos se encontraban carencias en la separación de materia orgánica e inorgánica, y la cantidad de desechos no tratados por llegar a la planta en bolsas cerradas que el sistema era incapaz de abrir.

Inversión por definir

Los responsables del documento también deberán elaborar un estudio en el que se incluyan mejoras en la planta actual, desde el tratamiento de olores a mejoras energéticas, así como las obras que serán necesarias en las instalaciones para conseguir estos objetivos y adaptar la planta a las exigencias de la nueva normativa. De acuerdo con los cálculos del anterior Gobierno local, la próxima concesionaria deberá invertir 42 millones de euros en nuevas tecnologías, maquinaria y obras cuando asuma la gestión de Nostián, como parte de un proyecto de redacción de pliegos del anterior Gobierno local, de Marea.

La actual alcaldesa, Inés Rey, calificó estos trabajos de “borradores incompletos” en octubre del año pasado, una evaluación de la que Marea discrepa, y ha vuelto a iniciar el proceso, por lo que para saber la cifra de inversión habrá que esperar a que estén redactados los pliegos. Cuando Albada accedió a la planta preveía una inversión de algo más de 52,2 millones de euros, aunque acabó gastando más de 78 millones.

Concesión a 20 años

Los redactores de los pliegos tendrán que elaborar un estudio económico que tenga en cuenta tanto las inversiones y costes como los ingresos previstos, que incluirá un informe acerca del periodo estimado de recuperación de las inversiones. Este se calcula, “a priori”, en 20 años, sumando cinco a la previsión del Concello hasta el momento.

El Plan Anual de Contratación municipal elaborado en 2020 preveía una duración de 15 años para el futuro contrato, con un coste de 299 millones de euros.

Un contrato que todavía tardará unos dos años en firmarse

La redacción de los pliegos de la concesión de Nostián tiene una duración de cinco meses. Según manifestó la concejala de Medio Ambiente, Esther Fontán, al comité de empresa de la planta, tras la elaboración del informe debe haber un periodo de un mes para su evaluación, y luego otro medio año para una fase de alegaciones. La adjudicación, según el calendario municipal, llegará en los primeros meses de 2023, hacia el final del mandato del actual Gobierno local. Este procedimiento podría extenderse todavía más en el caso de que se planteen recursos al proceso. El proceso se alarga para los trabajadores, que exigen agilidad. En noviembre de 2019, poco antes de que finalizase su contrato, Albada anunció que dejaría de recoger los residuos de todos los municipios del Consorcio de As Mariñas, excepto A Coruña, y anunció un ERTE del 40% del personal. El Concello intervino la planta durante ocho meses, con la idea de hacer un contrato puente hasta el nuevo concurso que no se llevó a cabo, pero hace un año anunció que habría que adaptar la licitación a los cambios normativos. Albada volvió a ponerse al frente de Nostián en noviembre de 2020.