Los profesores de la Universidade da Coruña Bruno Casal y Berta Rivera, que trabajan en una investigación acerca del impacto de las crisis económicas en el consumo de drogas, han concluido en un primer avance de su trabajo que en épocas de aumento del desempleo se produce un incremento del uso de sustancias ilícitas, en concreto de cocaína en mayores de 35 años y de cannabis en menores de esa edad.

Los investigadores, que participan en un proyecto del Observatorio Europeo sobre Drogas y Toxicomanías que busca estudiar los hábitos de consumo de drogas ilegales para diseñar políticas de salud que minimicen el impacto de la crisis del coronavirus, han constatado que en épocas de recesión se incrementan en los mayores de 35 los patrones de uso más intenso de drogas y las sobredosis.

Según Casal y Rivera, miembros del grupo de Macroeconomía y Salud de la Facultad de Economía y Empresa, estas sobredosis están probablemente ligadas al empleo de opioides, en especial el consumo intravenoso de heroína y el recurso a varias drogas.

El incremento del uso de drogas, sin embargo, se produce principalmente en los adolescentes y adultos jóvenes. De acuerdo con los datos que han recabado, el cannabis es la sustancia ilegal más consumida en la Unión Europea, y a ella recurren 90,2 millones de europeos. Las personas que toman cannabis con más frecuencia, las más jóvenes, son las que están más expuestas al impacto negativo de la recesión económica.

Los investigadores también han establecido que las crisis económicas aumentan el consumo de drogas para manejar el estrés y problemas de salud mental, y por la mayor disponibilidad de tiempo libre. También hay un factor que lo reduce, la caída de ingresos, pero aumenta la cantidad de personas dispuestas a producir y traficar y se recurre a substancias más baratas. El incremento del recurso a drogas es más pronunciado en consumidores habituales.