El escritor y político coruñés César Antonio Molina ofreció ayer una entrevista en la cadena SER en la que reveló unos cuantos detalles curiosos sobre su vinculación con la ciudad y la idea que tiene sobre cómo deberá desarrollarse, en su momento, su propio entierro. Llegado el momento, la última voluntad de Molina con respecto a su descanso eterno es, según explicó, que se le haga “un paseíllo en coche” hasta la Torre de Hércules, un camino que el propio escritor emprendió en su examen de conducir y que entonces suponía una prueba de fuego para futuros conductores. Con todo, aclaró que sus restos deben terminar en el cementerio de San Amaro junto a los de sus antepasados.