Hijos de Rivera invertirá unos 1,26 millones de euros en la urbanización en torno a su futura sede corporativa, que se situará en el antiguo centro comercial Comcor, frente a la actual fábrica de la compañía y al oeste del instituto Urbano Lugrís, en el polígono de Agrela. Además del espacio ocupado por el edificio, más de 10.000 metros cuadrados se destinarán a la creación de espacios de paseos, viarios, aceras y zonas verdes.

Zona urbanizada en la zona sur. |

Zona urbanizada en la zona sur. | Enrique Carballo

De acuerdo con el proyecto, que recibió licencia municipal esta semana, 1.500 metros cuadrados constituirán una zona verde. Un estanque de 250 metros cuadrados servirá a fines decorativos, pero también de acumulación de las aguas pluviales. El proyecto incluye la plantación de 180 árboles, y parte de ellos se situará en espacios de aparcamiento, pero los espacios ajardinados se concentran en la parte sur de la parcela, hacia las vías de tren en desuso que pasan por debajo de la avenida de Arteixo.

Interior del edificio, en el piso superior. |

Interior del edificio, en el piso superior. | Enrique Carballo

Allí se instalará “una gran plaza arbolada con jardines y huerto urbano”, de acuerdo con el proyecto, firmado por los arquitectos Manuel Gallego Jorreto (que ha ganado dos veces el Premio Nacional de Arquitectura) y Pablo Gallego Picard. Se plantarán “árboles autóctonos”, que, con un parterre y el lago, formarán un “lugar de ocio y relajación” para los empleados, al tiempo que el bosque actúa de “regulador climático”. En las propias instalaciones hay dos jardines interiores, así como otros espacios de ocio para los empleados como una cantina y un gimnasio.

Cerca de 5.800 metros cuadrados se reservarán para plazas y zonas peatonales, a las que se suman algo más de mil metros de acera de propiedad municipal, con 33 plazas de aparcamiento. Al tránsito de vehículos se dedicarán 1.321 metros cuadrados, y una superficie algo mayor al aparcamiento exterior, que contará con 130 plazas.

Reformas en Agrela

El proyecto de Hijos de Rivera, que dará un nuevo uso al edificio del Comcor, cerrado en 2019, se suma a la iniciativa del Breogán Park, una nueva iniciativa comercial que aprovechará la parcela del antiguo centro comercial Dolce Vita, situado también en Agrela y que se clausuró en 2014 tras seis años de actividad. Este plan, impulsado por la compañía Pelayo Capital, busca reacondicionar las instalaciones, reduciendo un tanto las zonas construidas y convirtiéndolas en un parque de medianas superficies con zonas verdes. Las áreas comerciales incluirán operadores de comestibles y decoración, un gimnasio y negocios de hostelería y ocio.

La apertura de estas instalaciones estaba prevista para finales del año próximo, si bien el pasado mes de marzo el Concello paralizó seis meses la tramitación de la licencia, lo que podría alargar el proceso. Según el Ayuntamiento, esto se debe a que la Xunta debe aprobar una modificación del plan de emergencia de Agrela, aunque la Xunta señaló a este diario que estos cambios no afectan a la concesión de la licencia.

Otra de las transformaciones del polígono proviene también de la ampliación de la fábrica de Hijos de Rivera, con la adquisición del campo de fútbol de Agrela 2, adyacente a su fábrica. A cambio, la empresa costeará la remodelación del campo de fútbol de Eirís.

Tres millones de IVA

Las obras de construcción de la nueva sede corporativa de Hijos de Rivera y los trabajos de rehabilitación de su entorno tendrán un coste cercano a los 17,4 millones de euros. El presupuesto de ejecución material del edificio supone la mayor partida, 12.076.010 euros, a lo que hay que sumar 1,6 millones para gastos generales y algo más de 724.000 euros como beneficio industrial. A esto se suma un 21% de IVA, concepto por el que Hijos de Rivera abonará más de tres millones de euros a las arcas públicas, y el coste de la urbanización del entorno.

El proyecto de la construcción de la nueva sede incluye, “como mera sugerencia”, la idea de emplear la vía del tren sin uso que se encuentra al sur de la parcela como “elemento que articule un sistema de acceso público” al polígono de Agrela, que podría ser una vía peatonal o una línea de tranvía. Partiría de la estación de tren, llegaría hasta la refinería, y se accedería a través de un sistema de rampas y escaleras.