El singular edificio que hace esquina en la avenida Linares Rivas con la calle Marcial del Adalid, donde tuvo su tienda durante más de 85 años y hasta hace una década la ferretería Torres & Sáez, cambia el color de su piel. La fachada, de arriba a abajo, ha perdido el burdeos que lució en las últimas décadas y recuperado el amarillo original. No es esta la única transformación que experimentará un edificio característico de la zona del Ensanche: en la plaza de Lugo el Concello ha ordenado recientemente la restitución de elementos que formaban parte de la primera fachada del inmueble en cuyo bajo está el supermercado Gadis.

Inmueble modernista de la plaza de Lugo que recuperará elementos originales de la fachada. | // C. PARDELLAS R. D. R.

A petición de la comunidad de vecinos del edificio de Linares Rivas, la Dirección Xeral de Patrimonio autorizó el arreglo y el repintado de la fachada, que recupera la tonalidad inicial adaptándose, en la medida de lo posible, a la guía de color y materiales de Galicia, según explica el departamento de la Xunta a este periódico. Para permitir que un edificio catalogado adquiera un nuevo color, en este caso el primero que tuvo, Patrimonio analiza cuál era originalmente de acuerdo con fotografías antiguas o catas en la pintura de la propia fachada, apuntan fuentes municipales.

El antes y el después de la reforma de la fachada en el número 9 de la calle Real. | // CARLOS PARDELLAS R. D. R.

Este inmueble residencial de seis alturas con planta baja de uso comercial, construido en 1925 según un diseño del arquitecto Leoncio Bescansa, tiene nivel II de protección, estructural. El Plan General de Ordenación Municipal destaca que presenta “cierto atractivo por sus calidades constructivas, compositivas y artísticas”, entre ellas la esquina con mirador curvo sostenido por canecillos de forma de animales y un torreón circular acabado en cúpula y prolongado con un gran mástil.

El redescubrimiento de lo original

El redescubrimiento de lo original R. D. R.

A cinco minutos a pie de este edificio se levanta en la plaza de Lugo otro de estilo modernista en los números 4, 5 y 6. El Gobierno local aprobó en abril la concesión de una licencia para recuperar los elementos incluidos en la fachada original del inmueble, de seis alturas, donde no se podían ver en el establecimiento comercial de la planta baja. El Ejecutivo destacó hace un mes y medio que con esta actuación fomentaba “la rehabilitación y el mantenimiento del patrimonio arquitectónico”. De acuerdo con la ordenanza municipal de conservación y rehabilitación de edificios, los trabajos de esta índole que se ejecuten en las construcciones que cuentan con algún nivel de protección han de consistir en su adaptación coherente a las condiciones originales que dieron lugar a la catalogación.

Otros ejemplos de esta transformación y adecuación arquitectónica se localizan en Riego de Agua, la plaza de Lugo y en la calle Real, donde bajos comerciales que eran acristalados, los de los números 9 y 35, recuperaron la imagen que tenían antes de ser reformados, cuando en ese momento se les eliminaron elementos antiguos, como detalles de carpintería con la pintura y forjados originales.