Tras casi un mes de información y advertencias, la Policía Local sanciona desde ayer el exceso de velocidad en zonas de la ciudad donde no se puede circular a más de 30 kilómetros por hora, el límite que entró en vigor en toda España el pasado 11 de mayo, aunque en A Coruña ya estaba implantado desde meses antes. Solo por la mañana los agentes notificaron catorce denuncias a conductores que superaron la velocidad permitida en calles que tienen un solo carril de circulación para cada sentido, el nuevo límite de 30 por hora que forma parte de la reforma legal en materia de tráfico aprobada por el Gobierno central en noviembre pasado.

Policías locales controlaban ayer la velocidad de circulación, por ejemplo, en el túnel de la Marina. En el extremo de acceso por la avenida do Porto, donde se suele instalar un radar, un vehículo policial informaba de la realización de un control; en la salida del vial por el paseo marítimo de O Parrote dos agentes a pie de calle desplazados en moto ordenaban detenerse a los vehículos que excedían de la velocidad permitida de acuerdo con la medición del control.

Con este proceder, el 092 entró en la fase de imposición de multas a los infractores por apretar de más el acelerador en el casco urbano. En los días anteriores los agentes se dedicaron fundamentalmente a informar a los conductores del nuevo límite al que se deben ajustar cuando circulen por las calles de un carril por sentido. La velocidad máxima permitida en las vías con plataforma única de calzada y acera es de 20 kilómetros por hora, y en calles de un único carril por sentido de circulación, de 30 km/h. El límite de 50 km/h se mantiene en las de dos o más carriles por sentido, aunque algunas de estas calles tengan ya un carril que reduce la velocidad a 30. Este es el caso de la avenida do Porto, Juana de Vega, Sánchez Bregua, Linares Rivas, avenida del Ejército, carretera de Eirís, ronda de Outeiro, ronda de Nelle, avenida Alfonso Molina, Alcalde Pérez Ardá, Juan Flórez, avenida de Arteixo desde el cruce con la ronda de Nelle, avenida San Cristóbal, avenida Salgado Torres, Severo Ochoa, avenida de la Universidad, carretera de Mesoiro, carretera de Feáns, avenida de Fisterra a partir de la ronda de Outeiro, avenida de La Habana, Manuel Murguía y carretera de los Fuertes.

Superar ahora los límites de velocidad establecidos conllevará una sanción si la infracción es detectada por la Policía Local, que desde el domingo por la noche advierte de esta nueva función en sus redes sociales y lo trasladará también a los elementos de señalización instalados en la ciudad. Los agentes de la Unidad de Tráfico realizan un control ordinario de velocidad por cada turno y día, aunque a veces aumentan el número en función de la accidentalidad registrada o de quejas y demandas vecinales.

Aunque se pone en marcha ahora la función sancionadora vinculada a los límites en ciudades 30, el 092, mediante sus controles ordinarios, ya ha tramitado denuncias por exceso en la velocidad de circulación. Según fuentes policiales, en todo 2020, un año en el que la movilidad también estuvo condicionada por la pandemia, se abrieron un total de 24 expedientes, entre ellos a tres conductores de motocicleta, por conducir a más de 20 y 30 kilómetros por hora en zonas donde estos son los límites. Os Rosales, Novo Mesoiro y Adormideras, partes de la ciudad donde se promueve la circulación calmada, son algunos de los puntos donde el año pasado la Policía Local denunció e impuso multas.