“Aunque parezca que no, todavía falta mucho por luchar por la igualdad de género”, señalaba ayer Iria, una joven estudiante de Fabricación y Montaje que tiene claro que su sueño es convertirse en soldadora, aunque de entrada no lo ha tenido tan fácil como los hombres del gremio. La alumna de la Universidad Laboral de Culleredo tuvo que vivir una situación desagradable el pasado marzo, cuando una empresa del sector no quiso contar con ella para hacer prácticas, alegando que no disponían de vestuarios adecuados para mujeres.

La situación, afortunadamente, se solucionó rápido, pues la alumna encontró enseguida una empresa donde iniciarse en el mundo laboral en un sector, todavía, muy masculinizado; pero el mal trago de saber que, de entrada, tendría menos posibilidades que sus compañeros varones se quedó grabado en su memoria. Iria tuvo la oportunidad de reivindicar ayer, en el Concello, más igualdad en su gremio.

Lo hizo como representante de su clase, en la que es la única mujer, en los premios de Innovación Educativa que entregó ayer el Fórum Europeo de Administradores de Educación a distintas iniciativas escolares que presentasen elementos innovadores o transformadores. Uno de los proyectos premiados resultó, precisamente, el del FP de Fabricación y Montaje que cursa Iria. La iniciativa, Axenda 2030: Construindo un novo mundo, conjugaba una parte centrada en el cuidado del medio ambiente con otra, coordinada por la docente Paloma Terrón, que reivindicaba la paridad en el mundo laboral y ponía el foco en las desigualdades que todavía experimentan hombres y mujeres en determinados sectores.

“Nos dimos cuenta de que en este mundo trabajan todavía muchos más hombres que mujeres, pero poco a poco, y con proyectos como estos que hicimos con nuestra profesora Paloma, esto va cambiando”, recalcó.