El Ayuntamiento prevé controlar la peatonalización de la Ciudad Vieja, cerrada al tráfico rodado desde hace casi tres años, con la instalación de cámaras de vigilancia. El uso de estos aparatos, demandados desde el año pasado por vecinos y comerciantes que se quejan de que vehículos no autorizados entran en la zona de circulación prohibida del casco histórico, se implantaría a través del nuevo contrato de mantenimiento de semáforos, según explica el Gobierno local al grupo del Partido Popular en una respuesta a una pregunta escrita del pleno.

El mismo grupo obtiene como contestación que en los cinco primeros meses de este año la Policía Local ha impuesto un total de 915 denuncias a conductores de vehículos por invadir sin autorización el paso reservado a los peatones en la Ciudad Vieja, una media diaria de 6,3 sanciones, lo que corrobora las protestas de los vecinos y los comerciantes. En todo el año 2020 el 092 tramitó 10.472 denuncias por circular de manera prohibida por la Marina, lo que equivale a 28 al día, según reflejan las cuentas anuales de la Empresa Municipal de Vivienda (Emvsa), que tramita los procedimientos sancionadores.

El concejal de Movilidad, Juan Díaz Villoslada, apuntaba en marzo pasado que la peatonalización de la Ciudad Vieja “funciona razonablemente bien pero es mejorable” y avanzaba que el Concello preveía instalar cámaras de vigilancia similares a las empleadas en otros lugares de la ciudad, como la avenida de la Marina, en diferentes puntos de acceso al casco histórico para posibilitar las sanciones a los infractores. Los pliegos del contrato de mantenimiento de semáforos por el cual se colocarían cámaras en la zona están enviados al área de Contratación para su licitación, según informa el Gobierno local al PP.

En otra respuesta al grupo municipal sobre el mismo asunto, el Ejecutivo admite que el control policial a los vehículos que entran en el casco histórico “se puede favorecer” mediante la instalación de cámaras. El Gobierno local añade no obstante que “mantiene una planificación permanente de seguimiento para que se cumplan las condiciones de la peatonalización”.

La prohibición del paso de vehículos afecta al espacio que está rodeado por la plaza de María Pita con fachada posterior a la calle Capitán Troncoso y la plaza de los Ángeles, María Barbeito, Paseo de la Dársena, Paseo de O Parrote, Paseo del General Sir John Moore, calle San Francisco, Maestranza, Campo da Estrada y General Alesón. A esta zona solo podrán acceder con sus coches los residentes, trabajadores y propietarios de plazas de garaje en la Ciudad Vieja. Desde el 25 de junio de 2019 no hay cámaras ni bolardos para impedir el acceso de coches no autorizados.

El Ayuntamiento tuvo que devolver en 2010 a la Unión Europea la ayuda de 193.000 euros que le había concedido en 2002 para regular el acceso a la Ciudad Vieja con bolardos porque, pese a haberlos instalado, nunca los llegó a poner en funcionamiento.