El estacionamiento disuasorio provisional construido por el Concello en Casablanca entre las vías del tren que atraviesan esa zona cuenta con un elevado número de usuarios desde su puesta en servicio, pero su ubicación al pie de la cuesta que da acceso a la avenida de A Pasaxe tiene consecuencias negativas en días de intensa lluvia como el de ayer. Y es que el agua cae hasta la entrada del aparcamiento y el sumidero existente en ese punto es incapaz de tragarla toda cuando las precipitaciones son copiosas, lo que genera un enorme y profundo charco que obliga a los conductores a mojarse zapatos y pantalones para entrar y salir del recinto.