El quiosco de la plaza de Ourense afronta, desde ayer, una nueva etapa. Lo hará con el sabor de siempre: el de los bocadillos de calamares, otrora emblema del local y que ahora la asociación Down Coruña y el Concello recuperan en un proyecto que supone un beneficio mutuo.

Instalaciones interiores del Quiosco. | /V.E.

Instalaciones interiores del Quiosco. | /V.E. Marta Otero Mayán

Para los 12 jóvenes miembros de Down Coruña implicados en el proyecto, el de optar a un empleo estable. Para la ciudadanía en su conjunto, el de disfrutar de nuevo del plato, uno de los favoritos para los coruñeses de cierta edad, que todavía recuerdan cuando Encarna Gacio, concesionaria del local hasta el año 2000, los despachaba por decenas cada noche durante más de una década. Algo que, a partir del lunes, volverá a ser posible.

La alcaldesa prueba un bocadillo junto a Beatriz, una de las cocineras. | /V.E. Marta Otero Mayán

De ello se encargarán Beatriz, Sandra, María, Carlos, Alejandro y Daniel y sus otros seis compañeros, que encararon la inauguración del local con una mezcla de ilusión y nervios, pero sobre todo con muchas ganas. Así lo expresaron en una apertura en la que no faltó nadie, y en la que prensa, familias, amigos y autoridades pudieron degustar en exclusiva los primeros bocadillos.

“El secreto es hacerlo con mucho amor, y trabajar, trabajar y trabajar”, declaraba una de las cocineras, María Rivas. Los trabajadores se irán turnando, en grupos de cuatro, para cubrir una intensa jornada que permita mantener el puesto abierto de forma ininterrumpida entre las 8.00 de la mañana y las 22.00 de la noche.

Una oportunidad laboral que los jóvenes y sus familias valoran más que nadie. “Para nosotros es muy importante trabajar, porque estamos muy limitados de cara al mundo laboral. Down Coruña hace que sea más accesible para nosotros”, declaró otra de las trabajadoras, Sandra Varela, que compaginará su labor cara al público en el Quiosco con la preparación de oposiciones, y que ayer aprovechó para romper una lanza en favor de las posibilidades del colectivo.

“Queremos que apuesten por nosotros, somos válidos para cualquier trabajo”, aseveró la joven. Hasta allí se acercó también la alcaldesa, Inés Rey, que tuvo el privilegio de probar el primero de los bocadillos que salió de los fogones. “Es uno de los días que vivo con más ilusión desde que he llegado a la alcaldía. Es un orgullo poder dar el pistoletazo de salida a este Quiosco Down Experience”, afirmó la alcaldesa, que recordó cuando la asociación, todavía en campaña, le presentó el proyecto de recuperar el lugar para su histórica función.

“Con esta experiencia se va a dar trabajo estable a 16 personas. Trabajamos por la inclusión, la visibilización y la recuperación económica”, recalcó Rey, que acudió al acto junto a la concelleira de Benestar Social, Yoya Neira, y el presidente de Down Coruña, Ricardo Santos, que agradeció a las instituciones el haber contribuido a hacer posible la iniciativa, pero sobre todo a los trabajadores su implicación en el proyecto. “Para nosotros es una apuesta fundamental en la integración de las personas con Síndrome de Down y con discapacidad. La gente habrá visto las obras para reacondicionar este espacio, pero lo que no se ha podido ver es el trabajo que han hecho todos los chavales de la asociación, preparándose y formándose”, señaló.