Abanca Riazor Live será una realidad a partir del 18 de julio, pero el camino para conseguirlo no ha sido fácil, según el promotor José Patiño, que confiesa que si fuesen “realistas, esto no se hacía”. Pero sí, el estadio del Deportivo recibirá a 4.000 personas por concierto con estilos de todo tipo, aunque reconoce que “las incertidumbres y el poco margen de maniobra” condicionaron el cartel. Patiño, de Producións Sostibles, asegura que se le dará continuidad a esta cita musical que “en 2022 será otra cosa” porque se trabajará “con más tiempo”.

¿Cómo nace el festival?

Fue el año pasado, cuando se hizo algo similar en el Camp Nou, el estadio del Barcelona. Vi eso y me di cuenta de que el escenario ideal para música en directo en la actualidad es un estadio, porque está todo montado ya. Los asientos, los accesos, los aseos, es al aire libre, el tema de escenario es sencillo... Entonces se hace una primera toma de contacto con Abanca y el Deportivo. Les presento el proyecto y les gusta la idea. Empezamos a ver el tema de contratación de artistas, pero teníamos dudas de si se podía hacer o no por la situación de pandemia. Empezamos a ir hacia adelante, luego se paró y parecía que no salía, pero lo conseguimos. También hubo buena sintonía con el Concello. Fueron semanas frenéticas y lo están siendo todavía. Hay muchísimo trabajo detrás. Si ya es difícil sacar adelante un evento de estas características en una situación normal, con pandemia mucho más. Pero todas las partes estamos muy contentas. Como promotor, es a lo máximo que se puede aspirar en la ciudad.

¿Será algo puntual o se le dará continuidad?

Este año queremos poner la primera piedra. Lo teníamos que sacar adelante y demostrar que se pueden hacer las cosas bien, que somos profesionales y estamos preparados para sacar eventos importantes adelante. La contratación de Nicky Jam se cerró en menos de una semana. Y estamos hablando de un artista de primera línea, que este verano solo está en Marbella y en A Coruña. Ha sido una locura ser capaces de contratarlo. Y es el día 18 de julio, nos hemos arriesgado muchísimo. Pero tengo que decir que todas las empresas que participan, proveedores y patrocinadores están empujando porque es la única manera de que algo así, tan grande y con tan poco margen de tiempo, haya podido salir adelante.

¿Esa falta de tiempo ha condicionado el cartel?

Debido a ciertas incertidumbres y el poco margen de maniobra, hubo nombres que iban a estar y al final no. Pero estamos plenamente contentos con los nombres que hemos sacado adelante. Tocamos un poco todos los estilos. Desde urbano, a pop, a rap, música latina… Además, habrá ocho artistas gallegos para los que esto va a ser un gran escaparate.

Se ha criticado la falta de presencia femenina entre los artistas que tocarán en Riazor.

Entiendo ese tema, porque me preocupa mucho. Puedo decir abiertamente que mis máximos referentes en la vida son mujeres. Mi abuela, mi madre, mis tías... Es un tema sensible. Lo entiendo, pero hay circunstancias y ha salido así. Esto se ha cerrado en dos semanas. Es un auténtico récord que se haya podido sacar adelante el ciclo. Si fuéramos realistas, esto no se hacía. Lo fácil era eso, decir que no se hacía, porque la incertidumbre es infinita. No vamos mega subvencionados así que no es nada fácil. Vivimos en un mundo en el que se busca más el pero. Le pediría a la gente que nos de una oportunidad. El año que viene ya será otra cosa, trabajaremos con más tiempo. Cuando se acabe el evento el día 5 de agosto, ya estaremos trabajando para 2022. Será todo mejor. Los inicios no son fáciles. Somos una empresa que está empezando un proyecto. Hay que valorar esto porque hay mucho trabajo detrás. El público tendrá el recuerdo de un concierto en Riazor después de 28 años. Trabajamos por ver a la gente disfrutar cuando suene la música. Además, entre los teloneros hay bastantes mujeres.

¿Quiénes?

Alejandra Pais, que a nivel Galicia ha ganado el concurso de La liga de los cantantes de la TVG. Tiene una voz espectacular. También estará Yoly Saa, que en Madrid tiene mucha presencia y aquí en Galicia todavía no ha tenido esa fuerza. Wöyza viene con Kase.O. El grupo Apart, con su cantante Inés Blanco, tiene un gran talento, si decimos que son de Nueva York o Chicago, lo cree cualquiera. Las contrataciones no son como ir al supermercado y coger lo que quieres. Es muy difícil realizarlas.

En el futuro, ¿será un festival de gran formato?

A Coruña está preparada para, cada año, albergar un gran evento multitudinario, de 30.000 personas, pero también queremos aprovechar la producción para poder hacer otro ciclo de conciertos que no se toque con eso. Algo para todos los públicos. Sabemos que de la gente que va a venir a ver a Hombres G a la que irá a ver a Nicky Jam, el 80% no tendrá nada que ver. Si traemos un artista más rockero y uno de reguetón-trap, tampoco tendrá mucho que ver el público. Buscamos un evento global, que todo el mundo tenga cabida. No somos un festival de un estilo determinado. No, es un ciclo pensado para todo los públicos. Tanto para gallegos como nacionales e incluso internacionales si las cosas van como debieran ir. Pocos sitios en España son tan conocidos como el estadio de Riazor.

¿A Coruña tiene más posibilidades de escenarios para conciertos de gran formato?

Las dificultades que veo en el centro, como podría ser el parque de Santa Margarita, es que está rodeado de viviendas. Ahí el estudio acústico te mata. Para algo grande están el Coliseum, ExpoCoruña y Riazor. Incluso alguna vez he pensado en la Universidad, en Elviña. El problema siempre es el ruido, como pasa en todas las ciudades.

Al margen del Riazor Live, ¿cómo ha afectado la pandemia al sector?

Todo este tiempo ha sido muy difícil, sobre todo por la incertidumbre. Todo ha sido muy cambiante y, por lo tanto, muy difícil de gestionar. No sabíamos cuándo íbamos a poder trabajar y cuando vimos dos o tres rayos de sol, decidimos tirar hacia adelante. Para la industria, han sido momentos muy complicados. Esperemos que todos saquemos algo positivo. Confiamos en que la gente entienda nuestra situación y nos apoye. No tenemos duda de que lo van a hacer. La respuesta a los eventos están siendo muy positiva. Este tipo de conciertos y eventos es su momento de desconexión y de olvidarse de problemas y de la pandemia.