Para esperar al autobús, cualquier asiento es válido. O así lo demuestran los viajeros que cogen el transporte público en los Cantones. La parada de bus que se situaba junto al Casino de la calle Real desapareció con el inicio de la peatonalización de esta zona y se trasladó al medio de los Cantones, por donde también pasa el carril bici. Para señalizarla, sobre todo para alertar a los más despistados, se han colocado unas barreras New Jersey. Ni marquesina ni asientos, pero eso no es problema para los que esperan a su autobús en este punto. Las pequeñas vallas de color rojo y blanco sirven a muchos para apoyarse cuando todavía les quedan minutos de pie antes de coger el transporte público, como si fuesen bancos, pero sin respaldo y no demasiado cómodos.