Pisos cubiertos de humedad, grietas en las fachadas y trozos de muro que caen con solo tocarlos. Así es el día a día de los vecinos de las torres de la calle Petunias, en el Barrio de las Flores, a los que Patrimonio denegó la licencia de obra porque, entienden, el proyecto no respeta el hormigón visto de este conjunto de edificaciones, reconocido con el Premio Nacional de Arquitectura. “Es un peligro para todos, para los de dentro y los de fuera”, denuncia una de las afectadas, Anavel Limeres.

Anavel Limeres posa en la ventana de su casa con un cascote. | // CASTELEIRO/ROLLER AGENCIA

La negativa a la autorización de la reforma va hoy a Junta de Gobierno Local. Fuentes municipales informan que los técnicos concuerdan con el informe de rechazo de Patrimonio, ya que el proyecto no se ajusta al de un bien catalogado. “En 2017 solo nos dijeron que lo que no podíamos era cambiar el color de la fachada. Un año después, dicen que cambiaron los criterios. No lo entendemos”, lamenta Roberto Javier Tomé. Es el presidente de la comunidad de vecinos de la torre 1A, que consiguió una ayuda por ahorro energético de la Unión Europea de 19.800 euros para una obra de casi 79.000. “Pero tendríamos que empezar la actuación en los 18 meses siguientes a la petición de licencia y ya ha pasado más de un año, así que va a caducar”, explica.

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Protesta de vecinos del Barrio de las Flores Casteleiro / RollerAgencia

Roberto Javier Tomé lleva cinco años en su piso y ya ha iniciado las obras en el interior, pero tampoco eso es una tarea fácil. “Tengo muchas humedades. Una vez me entró agua y se quemó la instalación eléctrica. Estoy cambiando el cableado y está provisionalmente por el techo”, desvela.

También Anavel Limeres quiere hacer cambios en su vivienda para hacerla más confortable. “Voy a cambiar las ventanas, pero la humedad seguirá ahí. La empresa que me lo va a hacer me dijo que parte de la fachada se irá para abajo”, cuenta.

Roberto Javier Tomé muestra la ayuda concedida de la Unión Europea para obras. | // CASTELEIRO/ROLLER AGENCIA

A los vecinos les preocupan “las filtraciones y la humedad” que esto genera. Entienden que la única solución “es aislar”, pero Patrimonio sigue negándoles la licencia de obra. Tomé asegura que “los bajos están fatal” y que las condiciones de los residentes “siguen empeorando”. “Hubo gente que pidió créditos para pagar la reforma”, recuerda, y apunta que en la torre en la que él es presidente de la comunidad de vecinos “sí se han hecho obras en el tejado porque tenía amianto”. “Las tuberías interiores eran de uralita. Hemos pagado para cambiarlas por PVC. Y también cambiamos la instalación eléctrica porque estaba obsoleta”, resume.

Lo que Limeres no entiende es que “si son edificios protegidos, por qué no se permite mejorarlos”. Asegura que, de seguir así, “las fachadas se vienen abajo”. Carga, además, contra las administraciones: “Tanto Xunta como Concello nos tienen abandonados. La solución es aislar. Hacer las cosas bien. No queremos pintar, queremos que dure en el tiempo”.