El Jazz Filloa, que en 2020 cumplió cuarenta años de vida, abrió ayer sus puertas y lo hizo con la música de Lois Rivera Quartet, con dos pases, como en los viejos tiempos, pero cumpliendo con las actuales restricciones que imperan para el ocio nocturno. El propietario del local, Alberto Mella, explica que no tuvo que pensárselo mucho. En cuanto supo que podría volver a abrir sus puertas se lanzó a ello con la esperanza de que los clientes respondan y acudan a las citas que tiene programadas con la música en directo, a pesar de que tengan que estar sentados y con mascarilla.

Deciden abrir ya el primer día que está permitido y con una actuación en directo, ¿por qué tomaron la decisión de retomar la actividad a pesar de los contagios y de las restricciones?

Porque estábamos deseando abrir ya, tal y como están las cosas, esperamos que no haya una marcha atrás, que es lo que más podemos temer.

¿Se pensaron mucho lo de volver a abrir o si esperaban un poco más o lo tenían claro?

No, lo veíamos venir. Sabíamos que sobre el 1 de julio nos dejarían abrir y ya fuimos a por ello y a ver ahora qué tal nos va.

Las restricciones afectan al aforo y también a los horarios y a la manera de permanecer en el local. ¿Estarán todos los clientes sentados o pueden estar algunos de pie?

Abrimos con un aforo muy pequeño, solo para veinte personas, todos sentados, con mascarilla, con ventilación y con el aparato del CO2. Antes teníamos capacidad para unas cincuenta, con público de pie y en las mesas.

¿Abren esta semana como prueba a ver qué tal les va o están decididos a seguir trabajando también en verano mientras no se endurezcan las restricciones al sector?

Estamos decididos a seguir trabajando.

¿Tuvieron que hacer inversión en el local para poder reabrir y cumplir con los requisitos que impone la Xunta o fue suficiente con adaptar lo que tenían?

Afortunadamente, no, solo tuvimos que comprar el aparato de CO2.

¿Confían en que el verano les permita recuperarse económicamente después de más de un año sin poder trabajar?

Confiamos en que sí.