La licencia urbanística para construir en A Maestranza, donde la empresa vasca Lipromo proyecta levantar dos bloques residenciales, depende de la aprobación previa en un pleno municipal del estudio de detalle que la promotora presentó hace más de un mes al Concello y el Gobierno local aprobó en junio. Con el visto bueno de la Corporación a ese documento, la autorización para edificar, que Lipromo solicitó a finales de 2019, ya podría ser concedida. Pero en la tramitación del proceso habrá alegaciones: las anunció ayer la plataforma cívica Comisión Aberta en Defensa do Común, que pretende “impedir que el Ayuntamiento dé licencia para construir viviendas” en A Maestranza.

El colectivo alegará contra el estudio de detalle, que se encuentra en fase de información pública y pendiente de informes sectoriales, aunque aún está elaborando el contenido preciso de sus argumentos. Advierte en el documento y en la relación que la empresa y el Gobierno local mantienen para definir cómo se desarrollará el proyecto en la zona aspectos a los que se opone.

“Es escandaloso que el Concello permita a una promotora adquirir una parcela encima de un Bien de Interés Cultural [en alusión a los restos del sistema defensivo de la ciudad hallados en uno de los terrenos] y que pueda ser compensada permutándole la edificabilidad por suelo municipal en otro lugar desconocido de la ciudad, sin saber qué edificabilidad se le va a trasladar, cuál va a ser el coeficiente resultante y cómo se va a instrumentalizar el acuerdo entre la empresa y el Concello”, expone Defensa do Común.

La plataforma cívica, constituida en 2016 con la defensa de la titularidad pública de los solares de A Maestranza como detonante, anuncia también que emprenderá una “campaña de sensibilización ciudadana” con la que movilizar a los vecinos en contra de la construcción de pisos en la zona. El colectivo distribuirá informaciones explicativas y organizará próximamente un acto público para debatir sobre el futuro de A Maestranza en el centro cívico de la Ciudad Vieja.

Según el estudio de detalle de la empresa, su plan consiste en construir 56 pisos en una de las fincas, bajo la que no hay restos arqueológicos, y limitar la edificación en la otra, donde sí hay vestigios de la muralla. En parte de este suelo Lipromo podría levantar otro medio centenar de pisos; la otra parte quedaría libre y el Concello podría disponer de espacio público a cambio de ceder a la promotora suelo en otro barrio de la ciudad.