La Feira das Marabillas puede volver este año a las calles de la Ciudad Vieja, tras su suspensión el año pasado, pero en vez de celebrarse en julio, como era tradicional, se desplazaría “de manera extraordinaria” al mes de agosto, entre el martes 24 y el domingo 29. Estas son las conclusiones de una reunión de urgencia de la junta directiva de la Asociación Comercial e Empresarial “Ciudad Antigua” (Aceca), que ha organizado las ediciones anteriores, si bien la celebración este año está supeditada al permiso del Ayuntamiento y al quebranto económico que suponga realizarla con las medidas extraordinarias por la pandemia.

Según explica el presidente de Aceca, Adolfo López, todos los años se elabora un plan de autoprotección aprobado por la Xunta, por lo que este año bastaría con incluir en él las medidas contra el COVID, que “se están estudiando”. Entre las medidas estaría establecer un solo sentido en las calles, emplear vías amplias como Nuestra Señora del Rosario, y situar personal para que “regule y controle” el acceso e impida aglomeraciones. “Es viable, y más a finales de agosto” señala López, que añade que se están haciendo otras ferias semejantes en Narón o en Culleredo.

El problema podría ser económico, ya que la asociación financia la feria, y, aunque otros años los ingresos cubrieron los costes o incluso dieron algunos beneficios, estas medidas extraordinarias podrían suponer déficit. Aún así, la junta se muestra dispuesta a asumir pérdidas con fondos propios “siempre que no sean muy elevadas”.

Aceca señala que ha recibido “reiteradas preguntas” acerca de si se realizará la actividad por parte de los mercaderes habituales, de los vecinos y de los comerciantes de la Ciudad Vieja y de su zona de influencia, como la plaza de España, Pescadería y Monte Alto. “Es fundamental para la economía de la zona” señala López.