“Vamos a intentarlo todo hasta que nos quede la última gota de sangre”, dice María del Pilar López, con una bandeja de horno colgada al cuello y haciendo todo el ruido posible. En Eirís su familia tiene dos casas, la de su madre, que la construyó antes de que se levantase el hospital y la suya. “Tuvieron que irse a Alemania, en aquellos tiempos tan duros para hacerla”, explica María del Pilar, que se queja no solo de que sus propiedades aparezcan borradas del mapa en el proyecto de ampliación del Complexo Hospitalario Universitario A Coruña (Chuac) sino también de que nadie les diga ni les explique nada.

Como ella, cientos de vecinos de Eirís y sanitarios se manifestaron ayer, desde la plaza de A Palloza a María Pita, para solicitar a Xunta y Concello que reformulen el proyecto de ampliación y que construyan un hospital nuevo, como en Santiago Lugo y Vigo, y que lo hagan en un lugar en el que sus casas no se vean afectadas. A María Pita llegaron ayer aproximadamente doscientas personas, según la Policía Local, pero durante el recorrido se sumaron más, que abandonaron la manifestación antes de llegar a la plaza.

La Junta de Personal del hospital participó en esta manifestación para denunciar que el proyecto no se ajusta a las necesidades actuales y que es necesario también más personal. Se quejan de que se están haciendo obras en las instalaciones y que eso ocasiona problemas no solo a los profesionales para ejercer su labor sino también a los pacientes y a sus familiares. El Movemento Galego pola Defensa das Pensións (Modepen) también mostró ayer su apoyo a los convocantes de la manifestación.

Pedro, otro de los vecinos que, ayer se puso tras la pancarta para pedir un nuevo Chuac, pero no así, ni en Eirís, asegura que es “un despropósito” intentar ampliar el hospital “en luna roca”. “En su día ya dijimos que no era la ubicación adecuada y también los técnicos de la Xunta plantearon que se pudiese hacer en los terrenos de la fábrica de armas”, apostilla. Se queja, como todos los vecinos que están en esta situación, en la que ven peligrar sus casas, de que “nadie” se haya reunido con ellos para decirles si les iban a expropiar o no sus viviendas. Otro de los manifestantes añade que sus casas desaparecerán “para poner árboles” y no para instalaciones sanitarias.

Alba se crió en Eirís y ahora vive en la casa que era de sus abuelos. “Todo el esfuerzo que hicieron para llegar del pueblo a la ciudad y todo lo que construyeron, vemos que, de un día para otro, desaparece”, relata. Iago Pedreira, que vive en el número 13 de la calle Curramontes, y cuya casa desaparecerá totalmente si se cumplen los planes anunciados por la Xunta, lamenta que la solución para mejorar las instalaciones sanitarias en A Coruña pase por “poner parches” en el antiguo edificio del hospital y no por empezar de cero en otro sitio, en el que no haya que expropiar a los vecinos. “Me acuerdo de que, cuando nos mudamos para ahí, hace casi treinta años, en la calle jugábamos al fútbol... Aquello era un barrio y ahora va a desaparecer todo por reparchear el hospital. Estamos pasando una pandemia, somos una comunidad envejecida... para todos nosotros es importante el hospital, pero un hospital en condiciones”, recalca Pedreira.

Con la manifestación de ayer buscaban, sobre todo “concienciar a la gente” de lo que supondrá que siga adelante el proyecto de ampliación del hospital, respaldado por la Xunta y por el Concello, que firmaron un convenio que define las actuaciones que a cada Administración le corresponde realizar en este proyecto de crear un edificio frente al ya existente, a modo de espejo.

La concejala de Marea Atlántica Silvia Cameán solicitó ayer “diálogo” a Xunta y Concello con los vecinos. “Es necesario contar con una ampliación del hospital y con una mejor sanidad pública. Presentamos un voto particular cuando el Gobierno local llevó a Pleno el protocolo para evitar que estos vecinos se viesen afectados y que se hiciese hacia el noroeste, donde está el aparcamiento privado. Creemos que tiene que hacerse con la menor afectación posible”, explicó ayer Cameán.

El portavoz del BNG, Francisco Jorquera, reclama también esa “mínima afectación a los vecinos” y que se construya en la zona del aparcamiento, ya que este servicio podría prestarse bajo tierra. “Nos gustaría que la Xunta dejase de desmantelar la Atención Primaria y reforzase los centros de salud y la preventiva”, comentó ayer Jorquera.

La concejala no adscrita y militante de Podemos, Isabel Faraldo, aseguró ayer que, con una inversión de 436 millones de euros se podría hacer un hospital mejor, adaptado a las necesidades reales que tienen los sanitarios y los pacientes. “Independientemente de los problemas de los vecinos, que nos dejan a muchos sin casa, el hospital es un disparate, es una concepción antigua, en un terreno muy malo. Se hace así porque hay intereses”, comentó José García Buitrón, exgerente del Chuac y afectado también por las expropiaciones.

María del Pilar López, vecina de Eirís Carlos Pardellas

MARÍA DEL PILAR LÓPEZ / VECINA DE EIRÍS

“Vamos a intentarlo todo mientras nos quede sangre”

Alba, Javi, Pepe, Antonio y Pedro, vecinos de Eirís Carlos Pardellas

ALBA, JAVI, PEPE, ANTONIO Y PEDRO // VECINOS DE EIRÍS

“Nadie nos dice si nos van a expropiar o no, pero tiene mala pinta”

Integrantes de la junta de personal del Hospital de A Coruña Carlos Pardellas

INTEGRANTES DE LA JUNTA DE PERSONAL DEL HOSPITAL DE A CORUÑA

“Xa é hora de que teñamos un novo con bos servizos e accesos”

Iago Pedreira, vecino de la calle Curramontes Carlos Pardellas

IAGO PEDREIRA // VECINO DE LA CALLE CURRAMONTES

“Hai solucións viables mellores para todos. Falta vontade”