La expropiación de la cetárea Inmare, denominada antes Otamar y enclavada en la zona de San Roque, será incluida en el plan general mediante la modificación del documento que será aprobada hoy en el pleno municipal, aunque el Gobierno local no prevé llevar a cabo esa iniciativa a corto plazo, para integrar el terreno en el paseo marítimo, según explicaron fuentes del Ejecutivo. El cambio urbanístico se produce como consecuencia de la sentencia favorable al recurso presentado por Inmare contra el plan general de 2013 y reducirá a solo 20 metros la zona de servidumbre de costas y la excluirá del área de protección ambiental-costera.

La modificación mantendrá sin embargo la calificación de la parcela como espacio libre público, ya que el fallo judicial rechazó que mantuviera la de suelo urbano consolidado que tenía en el anterior plan general. La normativa vigente no preveía sin embargo la obtención de ese terreno, de 3.210 metros cuadrados de extensión, por lo que ahora se añadirá esa actuación pero solo para 2.611 metros cuadrados de superficie.

El cálculo del coste del terreno se establece por el Concello en 99.930 euros, aunque el propietario de la cetárea, Ángel Otamendi, advierte que el valor catastral de la finca es de 500.000 euros y considera que, además, se le deberá expropiar de acuerdo con el valor del suelo urbano consolidado, calificación que tuvo la parcela hasta 2013.

El precio fijado para la expropiación se refiere únicamente al suelo, ya que la cetárea opera en ese punto del litoral, en el mismo borde del mar en la zona de San Roque de Fóra, gracias a una concesión otorgada por la Demarcación de Costas. La instalación original data del año 1945, aunque pasó a manos de sus actuales propietarios en 1975, momento en que la ampliaron para dotarla de una planta más.

Otamendi explicó ayer a este periódico que Costas declaró caducadas todas sus concesiones en el año 2015 y que otorgó a los afectados unas nuevas que en su caso se prolongará hasta 2055, aunque deberá ser renovada cada diez años para comprobar que cumple todas las condiciones que fueron fijadas en el momento de su autorización.

El empresario, que se dedica a la cría y comercialización de marisco, entiende que si en 2025, cuando se producirá la primera de las renovaciones que tendrá que solicitar, Costas decide dar por terminada la concesión, se le deberá indemnizar al tener que interrumpir su actividad.

La modificación del plan general en San Roque que abordará hoy el pleno irá acompañada de otra también motivada por una sentencia judicial. Se trata de unos terrenos de Feáns a los que la normativa de 2013 pasó de suelo urbano consolidado a no consolidado en una parte y a rústico especialmente protegido en otra. El objetivo del Concello con este cambio era incluirlos en un plan de mejora de la zona que los convirtiese en espacios libres, pero el recurso presentado por los propietarios de las fincas obliga a devolverles su calificación urbanística original y a excluirlos de la iniciativa prevista para ese entorno.