Lanzada Calatayud Álvarez fue nombrada gerenta del Consorcio de Turismo de A Coruña en 2016, durante el Gobierno local de Marea Atlántica, mediante un concurso público. El pasado 23 de junio fue destituida por el actual Ejecutivo socialista por la “pérdida de la confianza recíproca”. La forma en la que se tomó esa decisión la lleva ahora a demandar al Concello en los tribunales.

¿Cómo le comunicaron su destitución?

Viajé a Málaga con la alcaldesa para promocionar la ciudad como lugar de referencia en la ruta de Picasso y no tenía ni idea de que iba a ser mi última actuación como gerenta. Al día siguiente la alcaldesa se fue y yo me quedé un día más para una reunión con el director del Museo Picasso, pero tuve un problema familiar y me dirigí a O Grove en lugar de a A Coruña. La destitución me llegó a través de un correo electrónico que vi al día siguiente y que fue enviado por el interventor del Consorcio con copia al presidente de la entidad y al coordinador general municipal, ya que en ningún momento ni la alcaldesa ni nadie de su equipo se dirigió a mí.

¿Cómo lo interpreta?

No sé qué decir. Hay muchísimas teorías y no quiero entender ninguna de ellas. No entiendo mi destitución en el fondo y mucho menos en las formas, como así se lo expresé a la alcaldesa en un whatsApp, porque no me gustó cuando oí en un medio de comunicación que me había trasladado personalmente su agradecimiento por la dedicación y profesionalidad. La carta del interventor dice que hay una falta de confianza recíproca, lo que no entiendo, porque ahora sí que la tengo, pero en ese momento desde luego yo no tenía ninguna falta de confianza. Están en todo su derecho a destituirme porque es un cargo de alta dirección, pero si es por falta de confianza me gustaría saber en qué falló mi confianza. Sobre todo porque igual que la junta de gobierno del Consorcio tuvo que aprobar por mayoría mi nombramiento, también tenía que haberse convocado una junta para que fuera aprobada mi destitución, como dicen los estatutos.

¿Se plantea presentar una reclamación por esa razón?

Ya he interpuesto una demanda porque creo que se han vulnerado mis derechos, por lo que voy a reclamar lo que creo que me corresponde. No tengo nada en contra del Concello de A Coruña sino todo lo contrario. Para mí ha sido un honor servirle durante estos cinco años y a los dos gobiernos por los que pasado y, por supuesto, a todo el sector privado

¿Cree que la falta de confianza se debe a que fue nombrada por el Gobierno de Marea Atlántica, a pesar de que se hizo a través de un concurso?

Algún medio de comunicación, no sé si adrede o por desconocimiento, ha dicho que yo era la gerenta de Marea y su fichaje estrella. Pero yo venía de Santiago y no tenía ninguna relación con Xulio Ferreiro y su equipo de gobierno. Pasé un proceso de selección que duró seis meses con 35 candidatos y en las actas, que son públicas, se pueden ver todas las puntuaciones que obtuve. Y además con un tribunal compuesto por funcionarios municipales, miembros del Consorcio y del sector turístico de la ciudad, sin ningún cargo político.

En la carta que envía tras su destitución menciona que el concejal de Turismo, Juan Ignacio Borrego, le apoyó hasta el último momento. ¿Habló con él luego?

Lo hice y sé que tengo su confianza y su apoyo total, tanto profesional como personal.

La oposición dijo en el pleno del jueves que esta decisión es consecuencia de problemas internos del PSOE.

No lo sé y no voy a entrar en qué problemas tienen los grupos políticos, pero yo no era un cargo político, sino técnico, y creo que siempre he sido leal a la institución a la que me debía. He pasado por dos gobiernos y creo que he sido leal a los dos.

¿Hubo discrepancias sobre la política turística que pudieran justificar su destitución?

Que a mí me hicieran llegar, desde luego que no. El día anterior estaba con la alcaldesa presentando la ruta Picasso y no se me dijo nada, por lo que mi sorpresa fue mayor, ya que los resultados de esa feria de turismo fueron mucho mayores que las expectativas que teníamos y pensábamos que íbamos a hacer un proyecto muy potente.

¿Qué le parece que se explique su relevo por la necesidad de un impulso al Consorcio?

Que quiero que me expliquen cuál es ese impulso porque no sé a qué se refieren. Había una estrategia y si alguien no la consideraba acertada lo lógico es que me lo hubieran hecho saber. A quien yo tenía que rendir cuentas era al presidente del Consorcio y a su junta de gobierno, en cuya última reunión todos los proyectos se aprobaron por unanimidad, lo que fue inaudito en el organismo durante todo mi mandato, ya que siempre había habido votos en contra.

Se critica que su salida se produjera al inicio del verano. ¿Hay riesgo de paralización de la política turística por esta razón?

No lo sé, pero espero que no y que haya un plan B porque descabezar el Consorcio en temporada alta, en pospandemia y con un montón de proyectos en marcha o gestación es una decisión difícil de entender. Tendrán sus motivos y le deseo toda la suerte a la persona que venga a ocupar la gerencia porque si no se hace pronto va a haber un problema, ya que siempre he dicho que el Consorcio tiene escasez de recursos humanos y de personal técnico.

¿Ha recibido llamadas del sector turístico?

Sí, y es lo que me reconforta. Ha sido abrumador. Llevo dos semanas que casi no me creo el reconocimiento de la profesionalidad y el cariño que he recibido por parte de todo el sector turístico. Me voy con la conciencia muy tranquila de haber puesto, en colaboración con mi equipo, las bases de un turismo de calidad que era el que necesitaba esta ciudad. Al poco tiempo de llegar a la gerencia en 2016 salió un estudio de Urbantur sobre competitividad turística de las ciudades en el que A Coruña estaba situada en el puesto 20 de las 22 analizadas. Pero en 2019, último año antes de la pandemia, A Coruña se situó en el cuarto puesto entre 27 por rentabilidad hotelera según el Instituto Nacional de Estadística, ya que hubo un crecimiento de casi un 8% en ingresos por habitación y de un 5,5% en rentabilidad. Las pernoctaciones aumentaron un 10% y el porcentaje de visitantes internacionales pasó de un 13% a un 22%, lo que me parece importante porque me marqué como reto que A Coruña tenía que estar en un puesto relevante a nivel internacional.